Roma –Segunda temporada

Menuda maravilla de serie por favor. Mira que siempre asaltan las dudas cuando te enfrentas a una temporada final por ese delicado entramado que son las expectativas pero es que me tengo que rendir a los pies de esta producción. No es que sea lo mejor que vayáis a ver (o sí, quien sabe) pero sí notareis que estáis ante algo muy grande, algo muy único. La HBO es una cadena que siempre había pensado que estaba muy inflada por esos bastiones geniales que son Six Feet Under y Los Soprano pero claro, uno no tiene ni idea hasta que se pone a escarbar y salen cosas como Roma o Carnivàle (y lo que te rondaré con The Wire y un largo etc.).

(OJO SPOILERS)

La segunda temporada de Roma se centra en otro arco de la historia bastante interesante: el triunvirato entre Octavio Cesar, Marco Antonio y Lépido. (46 a.c a 36 a.c, para hacernos una idea). Tras la caída de Pompeyo y Julio Cesar otra etapa convulsa se abre en la capital del imperio y Bruno Heller (dios, creo que si realmente haces la teórica peli de Roma te perdonaré lo del cansino mentalista), William J. Macdonald o Jonathan Stamp entre otros nos abren un abanico de posibilidades tremendamente satisfactorio. Ya no es la disputa política, ya no es la contienda militar, ya no son los ideales...son los personajes y sus consecuencias. Esta temporada la veo tranquilamente al nivel de la primera y tiene momentos de tal brillantez que no resulta difícil verlos como los mejores de la serie y en los que ahora ahondaré un poco.

Esta segunda parte apuesta por introducir un salto temporal con la salida de Octavio de los Julia de Roma tras el placaje político que le hacen Marco Antonio y el Senado (muy influenciado por las presiones del primero) sabedores que el chico es el legitimo sucesor de Cesar. Esto tiene una parte buena y una mala. La mala es que la serie obvia en algunos aspectos lo ocurrido durante ese periodo y la buena es que da un juego terrible a nivel general, sean hechos o sean personajes. Todo se revoluciona por momentos y la serie no pierde ni un ápice de su compostura y sus señas de identidad. El poder es el poder y Octavio está dispuesto a reclamar su posición pisando a quien tenga que pisar siendo Marco Antonio su principal opositor. El chaval que vimos en la primera temporada ha abandonado su faceta más inocente aplicando medidas propias de auténticos ejecutores y él bien lo sabe pues en la serie se siente atosigado por momentos por la palabra tirano. Por otro lado tenemos a esa pareja protagonista compuesta por Voreno y Pullo a la que conviene sentar en el altar donde están otras de mucho renombre viniéndome a la cabeza ahora mismo la de House-Wilson, por decir una célebre de los últimos tiempos. Y podríamos seguir con todos los demás: Atia, Antonio, Servilia, Cleopatra…

Entre los grandes momentos tenemos muchos pero si nos tenemos que resumir la cosa andaría así:

*El infierno de Voreno. Tras lo de Niobe cae en los abismos de la desesperación. Voreno es un personaje que siempre ha ido creciendo y levantándose de los golpes y en esta temporada se ha respetado plenamente esa naturaleza. Lo mejor: la relación con sus hijas y verlo liderando el collegium.

*La batalla de Filipos. La caída de Bruto y Casio puede parecer lo más flojo de la serie porque parecía una cosa ya anunciada pero tiene varios momentos bastante épicos y dignísimos.

*Los movimientos de Octavio. El más destacable es su asedio a los adinerados de Roma para financiar sus guerras. Que se lo digan al veleta de Cicerón que es una de esas víctimas. Por otro lado el sobrino prodigo tampoco tiene demasiadas contemplaciones con su madre y su hermana. Atia y Octavia se ven en una encrucijada tremenda a lo largo de la temporada. No son capaces de controlarlo, solo basta ver como Atia sufre decisiones de su hijo cuando en la primera temporada era justo al contrario.

*Servilia. El personaje no decepcionó. Estaba claro que un personaje así tenía que brillar en la última temporada. Al principio me sorprendió el giro inesperado que se mete pero fríamente iba en consonancia con lo que venía siendo el personaje. Sin duda la rivalidad de los Julia y los Juno es ya de las mejores que he visto en años. Por cierto, había leído que Atia se ablandaba esta temporada (lo cual es cierto) y eso no gustó a sus fans pero ella siempre ha estado ahí y si no solo basta ver el final donde no defrauda en absoluto (menuda owned se come Livia). Grande Polly Walker.

*Collegium. Todo lo que pasa entre los mercaderes y grupos de poder donde Voreno y Pullo tienen el control es de lo mejor de la temporada. Traiciones, revueltas, manipulaciones…etc.

*Timón y su hermano. Lo peor de la temporada con diferencia. Intentan los guionistas darle algo de cabida al judaísmo pero no llega a nada.

*Pullo, Irene y Gaia. Este es otro de los grandes momentos que veremos en la serie. A Pullo le sale una pretendiente que no es otra que Gaia, una prostituta y también la Ilana de LOST. Solo puedo decir que se reduce todo a un nivel muy intenso.

*Cleopatra y Marco Antonio. No podía faltar. Es un clásico de siempre la relación de amor que tuvieron estos dos personajes. La serie lo retrata de una forma realmente pasional y frenética y consigue su propósito de transmitir la situación de lujuria y agonía en la que se vio inmersa la pareja. James Purefoy hace uno de los papeles de su carrera, realmente genial algunos de los diálogos que Marco Antonio se guarda para el final.

*Los nuevos personajes. Aparecen varios personajes nuevos pero por lo general son mera comparsa para los antiguos. Agrippa y Mecenas como primeros hombres de confianza de Octavio, personajes destacables como Gaia, Mascius o Memmio y personajes de relleno como Livia.

Con respecto a lo demás repito lo dicho en la primera temporada: escenarios espectaculares (de lo mejorcito que ha parido la televisión), la música de Jeff Beal cumple sobradamente, vestuarios y decorados geniales...vamos, que realmente no encuentro motivos para criticar el aspecto técnico que hay detrás de esta serie porque es ejemplar. En definitiva y para ir resumiendo, mi opinión final sobre esta temporada y la serie en sí misma es que estamos ante una serie magnifica, una producción ejemplar, con personajes brillantes, que funciona en todo aquello que intenta contar y que no decae en sus 22 capítulos (12 +10). No dudéis en darle una oportunidad porque os perderéis una joya seriefila atemporal. Tengo la ligera sensación de haber conocido la Roma clásica como nunca antes otra producción había conseguido y lo mejor: la he disfrutado como un enano. Siempre la echaré de menos.

Salu2!

PD: ¡Ya sabes Heller, a preparar la pelicula!