viernes, 29 de febrero de 2008

Lecturas cómicas: Fruits Basket



Adelantándome a la periodicidad de Norma por motivos de pura impaciencia decidí cerrar esta serie y no creo haberme equivocado ni mucho menos. A veces es preferible cuando un final se acerca tener reciente todo lo que has leído para tener una visión global o en conjunto mucho mejor que si entre el tomo 20 y 23 hay que esperar 6 meses. Dicho esto, toca hablar de Fruits Basket.

No me resulta fácil hacer una valoración global de la serie puesto que no tocaba ningún shojo desde hace bastante tiempo y partimos de conceptos diferentes al shonen o seinen. Para empezar estamos ante un shojo que mantiene los tópicos propios del género, es decir, no estamos ante ninguna innovación en el campo. ¿Cuál es el atractivo de Furuba entonces? Tal vez sea el cómo introduce la fantasía y el cómo, a raíz de ella, va conformando una historia. Para ponernos en antecedentes, la historia se centra en Tohru Honda, una chica que con muy pocos medios se instala en una tienda de campaña para vivir pero no sabe que el lugar que ha seleccionado pertenece a la familia Sohma. Viendo la situación de la joven, Shigure Sohma le invitará temporalmente a su casa en la cual no solo reside él sino también dos más, que casualmente son compañeros de Tohru en el instituto: Kyo Sohma y Yuki Sohma. Tras aceptar, Tohru acabaría descubriendo algo muy importante sobre los Sohma, una maldición que persigue a doce miembros del clan de forma que al ser abrazados por alguien del sexo contrario pierden automáticamente su condición humana y se transforman en animales, los pertenecientes al horóscopo chino. A raíz de esto, Tohru comenzará a implicarse con la familia haciéndola la suya propia y comenzando así una pequeña revolución sobre los 12.

Durante la evolución de la historia iremos conociendo al resto de personajes y sus problemas, pues para ellos vivir con la maldición se convierte en algo complicado y angustioso dejando aflorar problemas personales importantes. Por suerte, este no será el único eje de la historia pues también tendremos mucho humor y del bueno y quizás sea esta parte la que más me ha gustado.

Creo que el éxito de la serie es como la autora Natsuki Takaya ha sabido conjugar tanto el aspecto sentimental como el cómico sin desvirtuar la historia. Podemos estar ante un momento de drama increíble que sin esperarlo puede romperse al instante por un momento cómico impredecible y lo mejor es que no queda mal ni fuera de lugar. Sin duda es donde creo que mejor se mueve la autora con diferencia.

Por otro lado, la principal crítica que suelo ver sobre la serie suelen ir referida a la capacidad de Takaya para traumar personajes sin parar. Es cierto que muy pocos personajes se han escapado de sus garras pero si eso justifica una evolución en los personajes no me parece algo tan importante. Es más, no resulta tan cargante comparado con otros shojos. Y por suerte, esta serie no provoca sobredosis de azúcar salvo alguna contada excepción y nada destacable.

"Un trio poderoso"

Sobre los personajes se podría hacer una tesis doctoral pero lo resumiré brevemente. En la gran mayoría reluce mucha personalidad y carisma, algo que considero fundamental para seguir leyendo una serie de estas. La protagonista Tohru es tan buena e inocente que hasta da rabia. Es muy frágil aunque esa fragibilidad (en ocasiones) es más teórica que real. Sobre los Sohma es evidente que habría que destacarlos a todos pero por importancia destacan Shigure, Kyo y Yuki. Son tres personajes muy diferentes pero es evidente que son los destacados de la autora y comparten el mayor protagonismo. Por otro lado, existen 3 grupos de personajes que desde mi punto de vista son los imprescindibles: Kazuma Sohma (alias “el maestro”), la pareja Uo-Hana y el consejo de estudiantes (grande Kakeru, grande). Sin estas tres partes implicadas directamente esta serie hubiera sido insufrible en determinados momentos. El “maestro” es una figura secundaria pero un soporte importante para ciertos personajes principales; las grandiosas Uotani y Hanajima como mejores amigas de Tohru y la frescura a las tramas de la gente del consejo de estudiantes plagado de momentazos cómicos de los mejores que he leído.

Mi opinión sobre Natsuki Takaya en base únicamente a Furuba es buena. Desconozco el rumbo de su nueva serie (Hoshi wa Utau) y no me interesa especialmente alguna de sus obras posteriores como “Tsubasa Wo Motsu Mono” pero durante los 23 tomos de Fruits Basket ha evolucionado no solo su dibujo sino también su capacidad de hacer un shojo más accesible, más tragable para determinados sectores de lectores asqueados de la temática shojo. Se habla de de su comercialidad o de “autora sobrevalorada” pero eso no me ha impedido pasar buenos ratos leyéndola.

Salu2!

PD: Y a ver si nos llega algún día Nodame Cantabile.

PD2: Adiós al Mormón en House. Porra: ¿Se va zorra implacable o Taub?

PD3: Vaya tontada el Wii Play y lo que vicia el condenado.