domingo, 21 de octubre de 2012

La necesidad de los Furuichis



SPOILERS BEELZEBUB INSIDE

En cualquier historia hacen falta personajes como “Furuchin”, en cualquiera. Da igual el genero, hacen falta personajes que puedan rivalizar con el protagonista principal y que lo complementen hasta el punto que puedan ser tan importantes o más que éste. No es lo mismo el Arturo sin Merlín o Lancelot como tampoco lo es Sherlock Holmes sin Watson. O House sin Wilson o Goku sin Vegeta, o Luffy sin su tripulación o Adama sin Roslin. Es ley universal y ejemplos los hay a patadas en la literatura, ficción televisiva, en la misma realidad o en un manga, como es el caso. Furuichi hoy por hoy es la piedra angular de la serie Beelzebub y más o menos así lo ha dejado claro su autor, Tamura, con la última minisaga. 

 Los que nos aficionamos a la serie hace tiempo ya intuíamos la importancia del compañero de instituto de Oga que parecía cumplir el rol cómico propio de los shonen para adolescentes. Ahora hemos visto que no solo es un referente cómico sino también emocional, un puntal básico donde se sustenta el protagonista real (Oga). La ultima saga encaja bien en lo que es el devenir de esta serie, que no parece funcionar con esquemas propios, y decide otorgar a Furuichi el papel que merecía más allá de los gags de turno: el derecho a coprotagonizar. 

La trama no ha podido ser más chorra: Furuichi es utilizado por demonios para armar un poco de jaleo. Éstos, usando el cuerpo como receptor, le prestaban su fuerza y claro, ha habido momentos tan antológicos como ver al gran Furuchin maltratando vilmente a los Toujous, Kanzakis y demás fauna del Ishiyama. El gran momento del arco llega cuando se enfrenta a Oga y un flashback abre la veda para que el personaje consiga su merecido rol en esta serie, un flashback que probablemente haya elevado la calidad de la serie y posicione al bueno de Furuichi como mejor personaje. El único pero queda en las palabras de Behemot finales dando a entender que Furuichi es “especial” lo cual sería un mal presagio para un personaje que no necesita extras para molar. 

Beelzebub, más allá de su eminente estilo cómico y paródico, puede alardear de tener también a su Furuichi (nunca mejor dicho), al personaje básico que toda serie debe tener para ser considerada. Ahora Tamura debe recordar que si la serie tiene un final debe ser con Furu al lado de Oga y no a sus espaldas. No me conformaré con menos. 

Salu2! 

PD: ¡Os debo un especial de odiados sobre Saint Seiya, lo sé!

martes, 16 de octubre de 2012

Críticas cinéfilas (82): Ira de Titanes



Director: Jonathan Liebesman
Año: 2012 
NOTA: 3,5


Y aquí tenemos la segunda película que me tragué y tampoco debí hacer. Immortals al lado de esta película es hasta una opción notable, y la culpa es toda mía por ser un masoca y pensar que quizás seria mejor que la primera parte puliendo las cosas que fallaban estrepitosamente en aquella. Pues no, es más de lo mismo. Ira de Titanes es una de las películas más vagas que recuerdo. De acuerdo que son propuestas pensadas para no pensar, valga la redundancia, y para tomarse unas palomitas y disfrutar con los efectos especiales pero hasta el entretenimiento sin pretensiones tiene unos niveles de decencia que hay que respetar, y en el caso de la película en cuestión se los pasa por el forro. Es pesada, anodina, sin contenido, sin interés, las actuaciones son flojísimas, los giros son lamentables y la sensación final es de haber perdido una hora y media de tu tiempo. Es un pack nada despreciable, desde luego. Los actores, ante el reto que supone la película, deciden poner caras e intentar pasar el rato de la mejor manera posible. Una tarea muy meritoria. Especialmente duele un poco por Liam Neeson y Ralph Fiennes que desde luego puede que estén ante los peores roles de su vida. Sam Worthington ya está acostumbrado a lidiar con personajes de blockbuster y pone su cara inexpresiva habitual. Rosamund Pike y Bill Nighy son de lo poco salvable interpretativamente pero en papeles muy olvidables también. De Ágenor o Ares mejor no decir nada. 

Os comentaría detalles rocambolescos de la historia pero os fastidiaría esos grandes momentos cinematográficos para la posteridad. Yo lo dejaría en que sólo la parte del Tártaro es la única que salva los muebles: por lo menos invita a pensar eso. Y diréis: ¿pero tiene algo decente? Pues lo de siempre. Efectos, localizaciones (la mayoría son en Canarias), algún CG que otro y poco más. También que posiblemente sea la última película que veamos ya que en principio no se ha dicho nada que haga pensar en que finalmente será una trilogía. 

Pues eso, enésima oportunidad perdida para ver mitología griega de calidad en la gran pantalla. No perdáis vuestro tiempo con ella. 

Salu2! 

PD: Saltos estratosféricos, manga…más pronto!

jueves, 11 de octubre de 2012

Críticas cinéfilas (81): Immortals



Director: Tarsem Singh
Año: 2011 
NOTA: 5,5 

Sinopsis. El rey Hyperion recorre Grecia con su ejército en busca del arco perdido de Epiro, con el que pretende liberar a los titanes para derrocar a los dioses. Zeus, avispado él, prepara a Teseo desde su juventud para que defienda a la humanidad. El camino de Teseo no tardará en cruzarse con el de Hyperion en una batalla encarnizada por el destino de la humanidad. 

El otro día tuve uno de esos ataques de fascinación por la mitología griega que por suerte me vienen de vez en cuando y opté por verme del tirón un par de películas modernillas que tocan el género. No debí hacerlo. Hace tiempo que el cine no se toma en serio la mitología y en vez de apostar por las muchas historias guays que dejaron aquellos míticos autores griegos me vienen con historias de acción megacools y con invenciones muy trilladas que no incorporan nada nuevo para el espectador. A Immortals le pasa esto y tampoco me extraña si tenemos involucrados nada más y nada menos que a los productores de 300 buscando repetir hazañas en taquilla. 

La vida de Teseo es un pasaje bastante rico como para que ahora me venga la industria cinematográfica y decida conformarse con esto. Es indiscutible que la película tiene sus puntos fuertes innegables que la salvan de la mediocridad total pero es insuficiente a todos los efectos. En primer lugar tenemos un guión del que cogen nombres pero no eventos históricos lo que irremediablemente nos lleva al desastre (su objetivo no era entretener desde el punto de vista de la historia). En segundo lugar y a raíz del primero, tenemos a personajes que no pueden domar la película porque es imposible hacerlo, y en tercer lugar, está el problema de los tiempos y el ritmo que a la película se le escapa por completo. 

La historia es la de siempre, la que nos suelen repetir siempre en estas películas, la del campesino bueno elegido por los dioses contra un aterrador conquistador asesino. El elegido deberá salvar a la humanidad o de lo contrario será el fin de la misma. Este guión tan sobado y previsible pierde contra la propia mitología pero también pierde en sus formas de narrar, poco entretenida y un poco desesperante. Los personajes lo sufren mucho. Teseo (un Henry Cavill cogiendo tono para Superman) no inspira nada (la escena animando a la tropa es el ejemplo palpable) salvo el colegueo que transmite el protagonista. Tampoco lo consiguen el resto: ni Freida Pinto (la oráculo sosa) ni Stephen Dorff (“Soy ladrón y te voy a robar el corazón”) ni Luke Evans (Zeus cool) pueden aportar nada. Solo John Hurt dando lecciones de vida o Mickey Rourke (Hiperion) se lo pasan bien, especialmente este último cuando le sale la vena de villano sin remedio. Y como no podía ser de otra manera y más teniendo a Tarsem de director, el único punto molón de la película es su aspecto visual. Fotografía, efectos y vestuario salvan la papeleta un poco. Sí, incluso los trajecitos de los dioses pueden dar el pego en el Olimpo del director que no tiene problemas para homenajear a los caballeros dorados de Saint Seiya cuando la acción se apodera de la cinta. También nos obsequian con las ya habituales ralentizaciones en las batallas o con un punto gore y sanguinolento bastante curioso que no le queda mal (Atena cortando cabezas es awesome). 

En fin, la podéis ver pero seguro que preferiríais al Teseo del Minotauro y al líder ateniense que esto. Eso seguro. 

Salu2! 

PD: El casco de Poseidón es un tema aparte.

domingo, 7 de octubre de 2012

Editorial Blues (9): Lo de EDT no es bueno para nadie.



O bueno, sí lo ha sido para aquellas editoriales que han pescado las jugosas licencias que disponía la antigua Glénat. A lo que me refiero básicamente es al escenario que deja esta situación y el golpe mortal que ha supuesto para el mercado semejante despropósito. Uno de los éxitos editoriales de este país era la competencia, casi oligopólica, que existía en el mercado del manga. Pocas empresas, productos exclusivos y con una vigilancia permanente entre las partes implicadas respecto a precios. Es un modelo que sigue teniendo sus defectos y ha sido un mercado que pecó en épocas de vacas gordas de saturarse hasta límites inimaginables. Y quizá la culpa de esto sea de un público que seguía pidiendo licencias que no sabía si luego estaría dispuesto a comprar (otro debate para otro día). El caso es que ahora a Shueisha se le cruzan los cables y rompe el sistema eliminando del mapa a una de las “grandes” y abriendo un nuevo escenario donde Planeta y Norma Editorial jugarán a ver quien la tiene más larga. Ivrea verá esa disputa desde la distancia de su posición y el resto deberán adaptarse de nuevo a escenarios variopintos. Pero el problema de esto no radica en un tema de gustos, ni mucho menos, el problema real viene con los catálogos y los precios. 

¿Qué pasa con las licencias menos jugosas que no tienen (ni tendrán) comprador? ¿Canceladas y si te he visto no me acuerdo? ¿Volvemos a los tiempos funestos de licencias perdidas y cancelaciones dolorosas? Porque es evidente que hay series que se van a quedar en el limbo y nadie va a continuar (Gintama está llorando en una esquina). Desde luego en los últimos que ha pensado Shueisha ha sido en los aficionados. Y luego tenemos el tema de los precios. Cuanto menos competencia haya más poder de decisión van a tener las editoriales, que como buenas empresas que son, no creo que les den ataques de altruismo y nos satisfagan con precios razonables (en pocas ocasiones lo han hecho pero ahora menos todavía). Nada bueno, insisto. 

Y perder a EDT de la pugna del mercado editorial del manga duele porque es un activo menos con el que contaremos. Joan Navarro habla de readaptarse, de tocar otros autores, de apostar por el comic nacional…en fin, salidas que desde luego no le devolverán a su antiguo status. En fin, no les vendrá mal recapitular y aprender de los errores cometidos (que no han sido pocos), pero para nosotros, lectores variopintos, es un jarro de agua fría. Deal with it. 

Salu2! 

PD: Y menudo jaleo ahora con las series empezadas...buff, dan ganas hasta de vender los tomos.