Okami, la belleza mitológica

Existe un dicho que asegura que “es de bien nacido ser agradecido”. Bueno, pues yo doy gracias a Ready at Dawn y Capcom por tener la deferencia de traer este título de Clover a Wii. El juego vio la luz en su día en PS2 pero la distribución fue de horrible para arriba y los que como yo nos agenciamos la consola de Sony más tarde de lo normal pues nos perdimos este gran juego. Avispados (y mucho) los de Capcom pensaron que el wiimote podría darle cierto dinamismo al estilo y esquema del juego y decidieron tiempo después sacarlo en plan port con algunas mejoras transitorias para la sobremesa de Nintendo. Bueno, pues habiéndolo finalizado ya tras cerca de 60 horas (¿habéis visto que el Canal Nintendo ahora os pone las horas que habéis jugado? xD) no he podido salir más satisfecho con este título, que no es más que otra de esas joyitas undeground que se pueden encontrar en el catalogo de Wii.

La mitología japonesa lo es casi todo en este juego consiguiendo que la historia/trama del mismo sea una especie de alegoría a la cultura nipona y a sus leyendas más conocidas. Okami, sin ir más lejos, se ha traducido como deidad personificada (según el sintoísmo) y como fenómeno místico de crecimiento (ein?) y es que nuestro protagonista no es otra cosa que la reencarnación de Amaterasu, la diosa sol. Tiempo atrás Nippon fue asolada por la criatura Yamata no Orochi (la serpiente de 8 cabezas) pero gracias al poder combinado de Shiranui y Nagi consiguieron sellar al demonio. La historia se vuelve a repetir tiempo después y seremos nosotros quien tengamos que devolver la paz y purificar a todos los territorios y regiones de Japón.

Jugaremos y controlaremos a Amaterasu que no es otra cosa que un lobo albino tuneado precioso pero para guiarnos y darle mayor presencia a los diálogos nos acompañará un pintor del tamaño de un insecto llamado Issun, el cual quiere conocer mundo y ver las habilidades místicas de la brocha celestial. Junto a ellos visitaremos todos y cada uno de los parajes que aparecen en nuestro mapa para ir desarrollando no solo la historia sino también con el objetivo de recuperar la fe perdida que manifiestan los seres vivos ante un mundo corrompido. Esta es una de las cosas que más me han maravillado de este juego, que no solo hay que luchar para conseguir mejorar nuestra condición sino que existen elementos añadidos que también ayudan a mejorarla y engrandecen por momentos la experiencia. Los ejemplos son diversos. Un simple acto de alimentar a los animales, florecer vegetación muerta o purificar territorios nos otorga fe y ésta se va almacenando en una barra para poder después mejorar nuestra vitalidad, defensa o alargar el uso de la brocha celestial. Por otro lado a las personas nos las olvida ya que hay multitud de sidequest y pruebas que de solucionarlas también aumentarán nuestra barra. Las más habituales suelen ser los minijuegos de excavar pero hay unos cuantos más como el de pesca o misiones concretas. El juego, además, te plantea un reto harto complicado que es el de encontrar todas las Stray Beads repartidas por todos los territorios. A mí me ha sido imposible hacerme con todas pero el día que lo vuelva a rejugar a ver si soy capaz de conseguirlas. (Difícil lo veo)

Jugabilidad. El planteamiento jugable se aproxima mucho a lo que es un Zelda al uso para que nos hagamos una idea. Una gran campiña abierta (Shinshu Plains) que enlaza directamente con la mayoría de territorios que veremos en el mapa (Kamiki, Hanasaki Valley, Harami Lake, Kusanagi Village, Ryoshima, Kamui…etc.) en el que iremos mejorando habilidades, veremos avanzar la historia y podremos perdernos buscando cosas, misterios e ítems. Se apuesta por el 3D en tercera persona pero con la particularidad que cuando atacamos lo haremos con la brocha celestial, una herramienta en primera persona que acaba convirtiéndose casi en una extensión de nuestra propia mano. Esto me viene que ni pintado para enlazarlo con el uso de los mandos. Con el nunchuk + wimmote nos moveremos y realizaremos todas las técnicas augurándonos un control integral de Amaterasu. Simplemente pulsando B un rollo de papel antiguo se abrirá y nosotros deberemos dibujar los diferentes símbolos de las técnicas sagradas para atacar, para reconstruir zonas maltrechas, para mover el día y la noche, para controlar fuego, agua, viento y electricidad, para lanzar bombas…etc. Es sin duda uno de los mayores alicientes del juego y la sensación que está bien implementado y que no es molesto es casi innegable.

Siguiendo con la analogía Zelda, en Okami también aprenderemos técnicas en el dojo (el maestro es un hombre entrañable y severo) pero esta vez de carácter físico. Aparte de la brocha, Amaterasu utiliza una herramienta complemento que nos servirá generalmente para aturdir y/o matar si el nivel del enemigo es bajo. Existen un total de 4/5 armas si no recuerdo mal y cada una tiene alguna particularidad. Para mí no ha sido determinante pero como complemento lo he visto acertado. En cuanto a la dificultad nos encontramos de todo. Algunas de las mazmorras tienen algún que otro puzzle o salto de plataforma algo complicado pero por lo general es muy difícil que los enemigos y jefes acaben con tu barra de vida (aunque ojo a Yami).


Técnicamente el juego cumple aunque evidentemente no explota todas las posibilidades gráficas de la consola ya que hay que recordar que originariamente el juego era de PS2. Pero a mí eso me es igual. El juego tiene un poderío visual encantador y mágico como hacía tiempo que no veía alcanzando la distinción de juego único. A falta de probar el Muramasa no hay duda que estamos ante el juego más preciosista de la consola si dejásemos al poderoso Mario Galaxy de lado. Los escenarios son tan evocadores que es imposible no querer perderse por ellos un rato destacando maravillas como la propia Kamiki, Dragon Palace o la majestuosa e imperial Sei ´an City. El estilo de los escenarios puede incluso recordar al arte nipón de la acuarela con esos efectos difuminados que le dan una estética increíble y a la que enseguida nos acostumbraremos. Lo dicho, una experiencia mágica con la que babear y más si tienes predisposición a flipar con el arte arcaico nipón. Tampoco quería dejar de mencionar el grado de detallismo que el juego ofrece en sus diseños como pueden ser, por ejemplo, los personajes. Sin una gran definición por el propio estilo del juego, vemos una gran variedad de diseños en todas las zonas que visitaremos. No se parece, por ejemplo, en nada un habitante de Sei ´an City a uno de Kamui como tampoco se parece ninguno de esos dos a los draconianos. Variedad ante todo. ¿Y qué decir de esas flores que nacen al paso de Ammy cuando se lanza a correr? Buff, maravilloso.

Y qué decir de la música. Es simplemente bella. No hay Okami sin esas piezas de músicas antiguas y clásicas que han recreado con majestuosidad Hiroshi Yamaguchi y Masami Ueda. Puro amor oiga. Uno de los tracks más geniales podría ser este aunque hay tanto por descubrir en esta OST que quien sabe que otra perla aparecerá.

Lo peor. La mierda de distribución (otra vez) y que el juego viene íntegramente en inglés. Es verdad que el juego vendió poco en PS2 y en Wii ha seguido la misma dinámica y entiendo que por ello les haya podido dar miedo gastarse pasta en traducciones multi5 pero no hubiera estado de más que Capcom se hubiera posicionado a favor. Es verdad que con un inglés corriente se puede ir entendiendo pero tiene alguna que otra palabreja o expresión arcaica que acabas por no pillar. Pero bueno, para mí es un must have como la copa de un pino y lo seguiré recomendando. Haceos con él (por importación, claro).

Salu2!

PD: Y el Okamiden de DS pues pa la saca también cuando salga…

PD2-Shonen: Chute de hormonas para Luffy mientras que Barbablanca cede; Sasucristo vs Danzou “el brazo-sharingan” da comienzo; Tousen (el moscardo a partir de ahora) se lleva una empalada del 69; Matsuri dando lecciones de chuleo y fanservice; Oga y cía. ya la han liado en el demon world (en ingles mola más xD).