Críticas cinéfilas (XLV): The Spirit

Director: Frank Miller

Año: 2009

NOTA: 3

Hace casi un año, por estas mismas fechas navideñas, se estrenaba en los cines la película The Spirit dirigida y guionizada por Frank Miller adaptando la conocida novela grafica/comic de mismo nombre de Will Eisner. Fue una de las películas que esperaba con interés, le di incluso cancha en el blog subiendo sus prometedores posters y bien, visto el espectáculo creo que es obvio que he sido víctima de mis propias expectativas. La película me ha decepcionado completamente y ahora iré exponiendo el porqué pero antes os pongo la sinopsis para situarnos.

Sinopsis. "The Spirit" es la historia de Denny Colt (Gabriel Macht), un policía que fue asesinado y que misteriosamente vuelve a la vida como el enmascarado luchador contra el crimen llamado Spirit. Determinado a mantener a su amada Central City a salvo, Spirit persigue a los villanos de la ciudad desde las sombras y busca terminar con el peor de todos ellos, Octopus. (La butaca)

La película es muy mala por varias razones. La primera es que Frank Miller se moverá como pez en el agua escribiendo historias y guiones para comics y/o novelas graficas pero como cineasta es un descontrol absoluto. La prueba de ello es que cualquier atisbo de ritmo brilla por su ausencia y todo se va sucediendo de una forma atropellada, extraña y que descoloca por momentos al espectador. Sin ritmo no hay intensidad y sin intensidad no hay emoción, al menos para el tipo de película ante la que estamos. El montaje tampoco demuestra estar a la altura y no juega nada con él pero como el material es relativamente escaso no hay problema para comprender bien el poco eje central de la película. Con todo esto sobre la mesa podríamos pensar que la obra de Eisner no daba para más y que esta película es una simple trasposición a la gran pantalla pero no, el comic (del que conocía poca cosa) coquetea con un abanico diverso de géneros destacando el policiaco, el cine negro, la aventura e incluso tiene tiempo para lo romántico. La película no tiene tiempo para ahondar en ellos así que va saltando de uno a otro y sin brillar en ninguno. Un quiero y no puedo, un fallido intento de conseguir plasmar una historia sólida porque ya no sabes si va en serio o se ríe de sí misma. Por ejemplo, el atropello que hay entre las historias de Saref y Octopus con respecto a Spirit, los momentos freaks y cómicos (la mayoría vienen de la mano de Octopus y su troupe) que deberían esbozarnos una sonrisa son para llorar de la vergüenza ajena que producen, lo desdibujado que está el protagonista por momentos, la entrada y salida de personajes porque sí (Paz Vega) o lo escasamente aprovechada que está Central City cuando resulta que es la “amada” del protagonista, la única que le posee en cuerpo y alma. Bah, una ciudad que probablemente esté cargada de complejidad en su versión en papel y aquí huele a discurso vacío. Decepcionante a todas luces.

Luego tenemos los diálogos. En la película hay un intento de manejar el lenguaje del comic lo cual me parece loable con esos primeros planos e incluso el propio Spirit nos mira a nosotros para contarnos sus pensamientos, ideas u opiniones. Los monólogos en primera persona que le dieron personalidad a Sin City se reproducen aquí de la misma manera pero no es ninguna novedad para nosotros. No le hago ascos y de hecho me gustan pero no es merito de la película sino que ya viene de prestado. Eso en cuanto a su forma porque el contenido se podría resumir en “mucha palabrería y nada interesante”. Los textos se mueven entre lo previsible y lo delirante.

Personajes. Si había algo que me llamó la atención de esta película fue su reparto con mucha cara conocida. Lo que pasa es que cuando el guión es tan endeble y carnavalesco los personajes no pueden salvar el percal por ellos mismos. Gabriel Macht hace lo que medianamente puede con Spirit pero su interpretación está tan desdibujada como el personaje. Luego Miller embadurna el show con multitud de divas entre las que veremos a Eva Mendes como Sand Saref, Scarlett Johansson como Silken Floss, Sarah Paulson como Ellen Dollan, Paz Vega como Plaster of Paris o Jaime King como Lorelei. La mejor palabra que podría definir sus participaciones en esta película es desaprovechadas. Sus personajes están huecos o son simple relleno de dos minutos (lo de Paz Vega es hasta demencial). Y para acabar tenemos a Samuel L. Jackson como Octopus. Informándome un poco he leído que este personaje mantenía oculta su identidad pero aquí no, aquí la idea es hacer el cafre y el ridículo en cada escena hasta agotarnos. El bueno de Samuel que, está curtido en muchas batallas ya, aquí le noto sobreactuado metiéndose en la piel de un personaje ridículo.

A nivel técnico nos encontramos lo mejor de la película con su estética sucia y recurriendo a los blancos, negros y escalas de grises que ya viéramos en Sin City. Porque esa es otra, Miller supervisó a Robert Rodríguez en aquella peli y ha pensado que mejor no tocar nada y seguir en ese estilo. A mí me gusta por ese halo de homenaje al comic y como un intento de darle movimientos a las viñetas pero al igual que ocurre con los diálogos en primera persona este estilo no nos va a sorprender en esta película porque ya lo hemos visto antes.

En definitiva, una película descafeinada, tediosa y lineal que ensucia la obra de Eisner pero que como tiene una factura técnica nada despreciable pues se deja ver, eso sí, a costa de nuestra salud mental.

Salu2!

PD: A ver que se saca Miller con la segunda parte de Sin City. Miedo me da.