sábado, 7 de enero de 2012

Outcasts, entre lo magnético y el descontrol


Hablar de Outcasts supone hablar de una de las decepciones del año pasado. Todos sabemos cómo anda la ciencia-ficción televisiva y lo huérfana que está de grandes proyectos desde que Ronald D. Moore cerrara Galactica y el hacha de la cancelación no tuviera piedad de Caprica ni Stargate Universe. No hay sustituta para un movimiento del tamaño LOST ni gente habitual del género anda implicada en proyectos. Sólo la magia de Doctor Who nos acompaña en estos maltrechos tiempos. Las cadenas, por otro lado, se han acomodado en el sci-fi policiaco y procedimental con cosillas como Alphas, Warehouse 13 o Eureka. Así están las cosas. Sin embargo la BBC sorprendió a todos y todas cuando presentó Outcasts, una esperanza para la ciencia ficción que acabó frustrada y cancelada a los 8 episodios. ¿Por qué? Pues bueno, por varias cosas.

Outcasts narra la historia de unos humanos que se instalan en el planeta Carpathia tras abandonar la Tierra, supuestamente inhabitable por algún suceso de gran magnitud imaginable. Estos humanos, liderados por Tate y Stella Isen, reconocidos científicos en sus respectivos campos, levantan Forthaven, una especie de segunda oportunidad para la raza humana. Sin embargo, sus propios errores del pasado en Carpathia, los problemas sociales y políticos de Forthaven o fuerzas naturales inesperadas del propio planeta pondrán difícil el conseguir una convivencia pacífica.

Leyendo esto es evidente que no es el súmmum de la originalidad en cuanto a los temas que propone, muy sobados ya por otras propuestas pero hay que reconocerle algo a Outcasts: es magnética. Dentro del fracaso que supone como serie es innegable que tiene muchas cosas positivas que de haberse enlazado bien no sería raro que fuese la nueva Galactica o algo incluso mejor. Las bases las tiene. Tiene a la humanidad llevada al límite, la exploración de nuevos territorios, las posibilidades sobrenaturales de esos territorios, conflictos internos, sociales, científicos y políticos y personajes atormentados. Además la BBC, como suele ser habitual, propone un envoltorio esplendido que se resume en localizaciones perfectas (creo que Sudáfrica) y fotografía de altos vuelos. En definitiva, unos valores de historia y producción muy notables. Entonces, ¿por qué se cancela? Os lo resumo en tres puntos:

1. Descontrol en los guiones. Ben Richards se hace la picha un lío con lo que se tiene entre manos. Apuesta por tres o cuatro temas para la trama general pero a la vez por ninguno de ellos. Parece estar tan preocupado porque el espectador no desconecte que cuando parece que los AC son la primera de las tramas incorpora al personaje Julius Berger como el azote social de Forthaven y cuando parece que Julius consigue protagonismo aparecen las tramas del C23 y C24 y un nuevo elemento sobre la mesa que frena las posibilidades de las dos anteriores. Al final lo que acaba ocurriendo es un solapamiento algo molesto que aturde al espectador. Que haya subtramas no es malo, más bien al contrario, pero creo que hay que saber dosificarlas y darles paso en el momento adecuado. Además pecan de falta de emoción cuando precisamente es el juego de intrigas y preguntas lo que más gusta de la ciencia ficción.


2. Personajes. Aunque tengamos a Liam Cunningham (Tate) o Hermione Norris (Stella) como puntales de la serie es innegable que falta interés por los personajes. La aparición de Jamie Bamber en el piloto animaba las expectativas pero queda rápidamente huérfana de personajes con potencial. Amy Manson (Fleur) y Daniel Mays (Cass) se hacen con parte del protagonismo pero no tienen demasiado tirón y sus cartas secretas se revelan precipitadamente condenándolos rápidamente. Tampoco Jack (Ashley Walters) y sus militares animan en absoluto ni tampoco los AC, que acaban siendo sólo promesas (desdibujadísimo el personaje de Rudi). Seguramente lo mejor es el rol maligno de Eric Mabius como Julius Berger y secundarios como el que interpreta Michael Legge.

3. El público actual. Yo creo que no podemos ser tan demagogos de pensar que esto se cancela porque no han dado con la tecla. Nos hemos vuelto unos impacientes que abandonamos series a los dos episodios si no nos han maravillado. Nuestra impaciencia es otro de los males de la situación actual sci-fi. Meditemos esto. Ale.

Resumiendo, Outcasts es ya historia, no tiene ni tendrá continuación y no sabremos nunca hasta donde podría haber llegado. Sólo sabemos que tiene algo que la hace especial y que incluso sus multiples errores no han conseguido anular. Algo no habrán hecho mal. Otra vez será.

Salu2!

PD: Creo que ya va tocando una entradita de odiados, ¿no?

2 comentarios:

Pennywise dijo...

Esta serie quería verla cuando la anunciaron pero su cancelación con tan pocos episodios me tiró para atrás.
Yo, como tú, espero que podamos ver más series de sci-fi sin entrar en terrenos del pseudopoliciaco.
Y por soñar, el friki que hay en mi, soñaria por una serie de Batman y otra de Spiderman, que ya hay medios para hacerlas bien, pero sin Smallvilizarlas por favor

Xesu dijo...

Pues si Penny! Yo creo que hay opciones viables de hacer buenos sci-fi, otra cosa es que se atrevan con ellos o la gente esté dispuesta (que parece que no mucho).

Además, si hay hasta musical de Spiderman, una serie de TV es hasta factible xD

PD: Y no te desanimes con Outcasts porque esté cancelada. Si tienes tiempo échale un vistazo porque tiene cosas interesantes.