lunes, 23 de enero de 2012

Incertidumbre sobre Misfits


Finalizada la tercera temporada de Misfits lo único que asaltan son dudas. Dudas sobre el desarrollo de la serie, dudas sobre sus personajes y dudas sobre cuál puede ser su futuro más inmediato. De momento sabemos que ha sido confirmada por Channel 4 (E4) para una cuarta temporada pero se desconoce cuáles son las ideas que llevan Overman y su equipo para despejar las incógnitas que acechan al problemático grupo de jóvenes que se “redimen” con servicios comunitarios.

La segunda temporada finalizaba con la salida de Robert Sheehan por expreso deseo del actor ya que se embarcaba en nuevos proyectos. Ahí, para muchos, ya comenzó la cosa a torcerse. Imposibilitados para olvidar a Nathan y el rol que jugaba en la serie (importante, no cabe duda) la opinión comenzaba a ser contraria a la serie. No lo llamaremos rechazo pero si desilusión. Joseph Gilgun venía a cubrir el hueco dejado por el carismático Nathan sin ser un reemplazo al uso sino una opción nueva para el grupo protagonista. Y la gente seguía pensando en el irreverente Nathan. Yo he sido un poco más feliz y sí he sabido olvidar a Nathan y me doy cuenta que la serie, en el fondo, sigue siendo lo que era y que el problema de fondo es que no han sabido contar ni explotar cosas más atractivas. Ahí es donde ha estado la verdadera asignatura pendiente.

Los 8 capítulos que han conformado esta temporada han sido víctimas de la irregularidad y casi ninguno pasará a la posteridad. Ni buenos ni malos sino todo lo contrario. Tienen destellos de lucidez, comedia ácida, los acentos british imposibles, los poderes, las situaciones y su parte dramático-macabra. Todo eso sigue estando en Misfits, no ha sido olvidado ni dejado de lado. El problema es que en esta ocasión todas esas características no han ido conjuntadas ni en la misma dirección, o si lo han ido, no han conseguido el potencial esperado. El ejemplo más claro es el de los poderes. Nuevos en su mayoría no han servido prácticamente para nada y han ido en detrimento del espectáculo (obviando los de Rudy y Curtis que sí han arrancado minutos aunque nada memorable). También se ha potenciado el carácter más introspectivo de los personajes para ver una evolución optimista de los mismos (la relación de Alisha con Simon, el rollete de Kelly, los de Curtis como mujer…etc.) perdiendo por el camino ese toque gamberro del que hacían gala en las temporadas pasadas. Solo Rudy se quedaba al mando de ese cometido y acaba quemado con las gracietas forzadas y obligadas pensadas únicamente para satisfacer a aquellos que aún pensaban en Nathan. El tiro por la culata. Y evidentemente las historias han pasado sin pena ni gloria si exceptuamos el primer y penúltimo capítulos que sí me han recordado más al Misfits de siempre. Menos nazis y milongas y más flipadas, por favor.


Así andan las cosas pero soy optimista. El final abre nuevas posibilidades y se cuenta con el cambio. ¿Mis deseos? Nuevos personajes y mucho secundario problemático. Lo primero lo tendremos pues la mitad del grupo protagonista parece que no renovará (solamente tendríamos a Rudy, Curtis y Kelly) y lo segundo debería ser una obligación. Con que anden algo finos con los guiones Misfits seguirá siendo una obligación para quien estos párrafos escribe. Dedos cruzados.

Salu2!

PD: The Fades - Próximamente.

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