LOST – SEXTA TEMPORADA

FINAL SEASON-ANALISIS (PRIMERA PARTE)

Esto se ha acabado gente. Se va una de las series de televisión más concurridas y mediáticas de los últimos tiempos y lo hace con una serie de logros a sus espaldas bastante remarcables. No voy a disertar ahora sobre el movimiento fan que tiene LOST o sobre cómo ha revolucionado determinados conceptos hasta ahora impensables siendo el más obvio, la conexión fandom-televisión-internet. Ya habrá tiempo de ello. Ahora tengo muchas ganas de hablar de la serie, del guion y sus personajes, que al final de todo siempre son y serán el mayor reclamo por el que muchos, hace unos años, emprendimos el viaje a la isla misteriosa y decidimos quedarnos en ella. Lo primero, una vez reposado el capítulo final, toca hablar de la temporada. Lo hice con todas las demás y esta también tendrá su ración. Dejaré la segunda entrada reservada para el The End.

OJO SPOILERS

La sexta temporada arranca donde lo dejó la quinta. Juliet, en un arranque de furia y frustración, revienta a pedradas la bomba nuclear y la imagen nos conduce al Oceanic 815 de nuevo. ¿Cómo es posible? ¿Tal vez Faraday acertara y todo podía enmendarse? No lo sabíamos pero los Darlton jugaron con nosotros e introdujeron un nuevo concepto al que bautizaron como los flashsideways. Habíamos visto flashbacks y flashforwards y ahora debíamos enfrentarnos a algo nuevo. Como no podía ser de otra manera con LOST paginas, blogs y foros echaban humo sobre qué era esa realidad que estábamos viendo. Dado que los acontecimientos en la isla seguían como hasta ahora, muchos (yo también) acabamos viendo esa realidad como otra alternativa, otra donde el 815 de Oceanic no se estrellaba y contaría la vida de los losties como si nada hubiera pasado. ¿Íbamos errados? Un poco. Los capítulos se sucedían y el tiempo se repartía equitativamente entre los sideways y la isla. Mientras que los primeros indagaban en esa otra realidad, la isla seguía en plena ebullición. El famoso hombre de negro/Flocke/Smokey revela su propósito: abandonar la isla. Con Jacob muerto, solo los candidatos de este podrían frenar la amenaza de tan controvertida figura. LOST se desquitaba por momentos de su imagen de serie de misterios y rarezas para hablarnos de un enfrentamiento entre el bien y el mal, el blanco y el negro, la eterna disputa. Aquí realmente comienzan a verse claras las intenciones de los guionistas: la última temporada será cosa de personajes.

Iba a ser arriesgado pero nada hacía presagiar otra cosa. Las explicaciones a fenómenos salían a cuentagotas o directamente ni salían, algo por lo que ha sido muy castigada la finale. Mientras tanto la realidad alternativa solo hacía confirmar el presagio: homenajes, guiños, personajes que conocimos, personajes que han mejorado sus vidas sensiblemente, otros que no tanto, situaciones personales, evolución, involución…etc. Todo se mueve en el mismo terreno y en la misma sintonía: los personajes. No hay intenciones ocultas ni giros de órdago a los que estábamos acostumbrados. LOST se estaba quitando la máscara.

Nos enseñan un templo pero no hay intención en indagar en Los Otros y podemos poner como ejemplo a Dogen, personaje que a todas luces parecía importante y lo único que sacaremos en claro de él es que era otro perdido en la vida al que Jacob trajo a la isla. Y seguiremos con Ilana, personaje que a todas luces tendría que ir a más en la temporada (hasta salía en la promocional de personajes importantes) y lo acaban poniendo al nivel de Arzt. Los Darlton sentenciaron poniendo en boca de Hurley un peculiar “la isla había acabado con ella”. Aceptamos barco. Los esperadísimos Ab Aeterno y Across the sea, tan reveladores como iban a ser, tampoco abrían en exceso la brecha. Richard, el enigmático inmortal, el que tanto nos tenía que contar, resulta que tampoco sabía mucho. Sin embargo si nos cuentan su historia de amor y sus penurias y sufrimientos. Lo mismo con Jacob y su hermano sin nombre (Samuel dicen ahora). Los dos poderes místicos tampoco consiguen revelar demasiado y el juego de los candidatos se resumen en “os he traído porque estabais descarriados”. No sabremos por boca de Jacob las respuestas pero sí conoceremos sus sentimientos hacia su hermano y su madrastra. Lo dicho, la sexta no es como las otras, al menos no en un 50%.

Sin embargo, en una temporada más que discreta, Desmond hace acto de presencia para subirla varios enteros. Siempre he dicho que es el mejor personaje de la serie pero lo decía más por una simple apreciación mía que otra cosa. Ahora, objetivamente, parece más obvio. Consigue que tanto en la isla como en la otra realidad se muevan los acontecimientos y sintamos ese regustillo propio de lo que venía siendo la serie. ¿La idea? Pues parece que Desmondo pretende abrir las mentes de los losties para recordar quienes son. Un poco bizarro pero bueno, la serie es así. Aunque para bizarro el poder de Des. Widmore, sabía cosas.

Respecto a los losties no hay mucho que decir. Es la temporada de Jack Shephard. Es el único que ha experimentado una evolución en esta temporada digna de comentar. El resto ha funcionado como comparsa y poco tenían que contarnos pues sus grandes momentos vienen de temporadas atrás. A estas alturas no les voy a exigir nada a los personajes porque ya me conquistaron hace tiempo. Aún así, sí he encontrado dos notas discordantes: Claire y Sayid. Han ido deambulando entre el bien y el mal (sí, ese que teóricamente crecía dentro de ellos) y los ha desvirtuado demasiado. Ni sombra de lo que fueron.

Más LOST en la siguiente entrada. Salu2!