domingo, 30 de mayo de 2010

LOST – SEXTA TEMPORADA (2)



THE END (6x17-18)

(SPOILERAZOS A TUTIPLEN)

Y llegamos al final. El 6x16 funcionó muy bien como el aperitivo que debía ser abriendo algunas posibilidades y cerrando otras. Las que abría eran dos: el retorno del Benjamin Linus original es decir, el maquiavélico e imprevisible personaje que conocimos en la segunda temporada y ya, en los sideways, tenemos a un Desmond juntando las piezas finales para llevar a cabo su plan. Las que se cierran en seco son Widmore y Jacob. El primero podría ser otra de las grandes decepciones de esta temporada ya que su presencia anticipaba algo mucho más grande, algo que ya desde la cuarta temporada olía a enfrentamiento inevitable por la isla. Al final el millonario padre de Penny cae dejando un aviso a Flocke: Desmond es una medida de seguridad. Pos vale. Luego tenemos a Jacob, el protector de la isla. En una reunión que tal vez debiera haber ocurrido antes, reúne a sus candidatos con vida para decirles que alguien deberá sucederle. Solo Jack parece convencido y predispuesto para esa tarea. Del misterioso rubio no hay grandes explicaciones relevantes aunque sí cuenta el porqué les escogió. “Erais gente perdida, estabais solos, igual que yo”. La duda es: ¿Habrían llegado igual a la isla si Desmond hubiera pulsado la tecla el día que dudó más de la cuenta? En cualquier caso, Jacob es un misterio en sí mismo así que paso de hacerme preguntas. En Across the sea aprendimos que la isla tenía un punto neurálgico, una luz que representa la vida, la muerte y la resurrección según “madre”. Jacob deja el testigo a Jack y demás losties de protegerla como sea porque Flocke quiere justo lo contrario, quebrar esa luz para salir de la isla y ser libre como siempre ha anhelado. Intentar teorizar con esa cueva y esa luz es demasiado para mí. Dado el paralelismo que hay entre esa cueva y la explicación bizarra de Jacob a Richard con botella de vino en mano habrá que intuir por dónde van los tiros. De todas formas es tan mágico que la amplitud de explicaciones puede y es muy vasta.

Con todo esto, tenemos las piezas ya colocadas. Flocke fuerza a Desmond a “destapar” la isla lo que provoca que comience a temblar y resquebrajarse. Flocke quiere irse y lo puede conseguir pero aparece Jack. Este Jack ya no es un lostie, este Jack es diferente, no tiene temores ni miedos, este Jack es el nuevo protector. En una batalla entre los dos, poco épica y rápida y con intervención externa de Katherine (esta no se pierde una) se cierra el primero de los problemas. Eso sí, Jack no se va de rositas… El segundo de los problemas es estabilizar la isla. La luz debe volver y Jack apuesta por el sacrificio. Era previsible que el personaje que más evolución había experimentado en la temporada cerrara su acto con algo antológico. Pues eso, el doctor tapona la isla (literalmente) y la luz, caprichosa ella, vuelve ante la alegría sollozante de Jack. Hugo quedará como el nuevo protector junto a un inesperado Ben (que ha vuelto a redimirse otra vez) de número dos mientras que el resto de losties consiguen salir de la isla gracias a las andanzas de Miles, Ricardus y Lapidus (sabíamos que no palmaste, Frank). Jack sonríe al ver al Ajira surcando los cielos. Ha hecho su trabajo y se siente liberado. Bueno, todo esto muy bien y tal pero, ¿qué pasa con los sideways? ¿Qué eran? Bueno, pues en una conversación de Jack con su padre salimos de dudas. Era un limbo atemporal, creado por los propios losties, para reencontrarse y recordar quienes eran. Todos murieron en un momento u otro pero la unión que experimentaron todos esos personajes en la isla les hizo reunirse de nuevo. Emotivo y amargo a la vez. Antes de cerrarse, aun queda tiempo para un moribundo Jack. En un claro homenaje al principio de la serie, Jack cierra sus ojos mientras un fiel Vincent se queda a su lado. Vivir solos, morir juntos. Adiós LOST.

¿Mi valoración? El viaje que ha durado una friolera de seis temporadas me ha dejado satisfecho. Este final lo he vivido con mucha expectación exactamente como merecía una serie de las dimensiones de LOST y no voy a negar que se me han humedecido los ojos cual crio pequeño en los últimos diez minutos. Son muchas horas dedicadas a la serie, muchas teorías y muchas emociones y por algún lado tenía que salir todo eso. El efecto absorbente que lleva implícito esta serie me arrastró en su día y no he podido despegarme de él. La calidad de la serie era y es muy grande. Hemos visto evolucionar a los personajes en muchos aspectos, nos hemos emocionado con los misterios del paradisiaco entorno y se nos desencajaba la mandíbula con sus siempre alucinantes cliffhangers. Métele luego composiciones musicales de nivel como las que nos ha brindado ese bicho llamado Michael Giacchino y directamente no se puede decir que no. Ahora bien, tampoco por ser fan me tapo los ojos como muchos sí están haciendo. Este final es perfecto para los personajes pero no para toda esa comparsa de misterios y dudas que los propios Darlton han ido desperdigando por todas las temporadas desde que comenzó la serie. LOST es grande por sus personajes y eso lo sabemos. No nos lo tiene que decir nadie pero este final se vuelve algo tramposete desde el momento que desecha o más bien deja de lado respuestas a muchos de sus enigmas. Lost es un compendio de varias cosas y en ese conjunto y su esencia entran también todas sus preguntas sin resolver. Serán las que sean pero algo que nos ha mantenido tan emocionados y que respira tanto Lost como sus personajes no le puedes dar esquinazo. No te puedes lavar las manos diciendo que lo importante era cerrar los personajes porque te estarás dejando un 30-40 % de la serie por cerrar y los ciclos, por desgracia, no se cierran así. Por suerte no me importa demasiado qué van a explicar en los DVD/Blu-ray porque como decía, he salido satisfecho de la experiencia. Ahora bien, sí entiendo que haya gente disgustada con esta sexta temporada. Las cosas como son.

En cualquier caso, voy a echar mucho de menos a esta serie. Esos personajes perdidos en la vida que han sabido encontrar su camino, ese efecto redentor de la isla a todos sus males y que los ha unido más que cualquier otra cosa, esas maravillosas discusiones sin fin entre la fe y la ciencia o toda esa amalgama de situaciones fantasticonas y de pura ciencia-ficción hacen de esta serie algo demasiado especial. Ha merecido la pena y como ha dicho el bueno de Vigalondo en su blog: no hemos entendido el total pero sí el drama. O quizás es que nunca hubo un total...umm, ya tengo debate para otro día. “See you in another life, brother”.

Salu2!

PD: Sin Galactica, sin LOST, sin Roma, sin Whedon …¿¿¿PERO ESTO QUE ES???

3 comentarios:

mge dijo...

Ya aprenderemos a vivir sin Lost. Por lo pronto, a esperar el epílogo que viene en el DVD.

eter dijo...

Hay que quedarse con eso, con los 6 años que nos ha dado. Y, joder, a mi se me han saltado las lágrimas muchas veces en esta series finale con algunos reencuentros.

Grande la serie a nivel técnico (fotografia y score increibles), y grandes algunos actores. Montaje y guión ya serían más discutibles, ya que sufren notables altibajos.

Xesu dijo...

mge. Epilogo que tampoco creo que sea muy trascendental. Me gustaría pensar que aclarara algo sobre la isla pero vete a saber con esta gente. Son capaces de clavarnos otro misterio y quedarse tan panchos xD

eter. Sí, si piensas en lo que has disfrutado durante todo el recorrido no piensas tanto en si la temporada final ha sido esto o lo otro. Hay que quedarse con lo bueno. En cuanto a nivel técnico salvando alguna cosa que chirriaba ha sido muy satisfactoria, en especial la BSO de Giacchino. Mola. El guión pensado por y para los personajes es bueno. Ya no lo es tanto en todo lo demás xD

Salu2!