Creo que Wii se está convirtiendo en una especie de reducto para juegos muy particulares en tiempos donde imperan patrones muy determinados. Esto no lo digo yo, solo basta ver algunas de las propuestas de las desarrolladoras para darse cuenta que estamos viendo, casi sin darnos cuenta, como está resurgiendo el beat´em up o incluso el 2-D. Madworld entra perfectamente dentro de ese reducto. Platinum Games, avalados por una Sega algo quejica en cuanto a los resultados comerciales del juego (se acerca a las 400 mil y subiendo a su ritmo, lo que no está tan mal si vemos como han vendido propuestas similares suyas en general) nos ofrece un beat´em up de corte clásico pero con factores que consiguen darle un envoltorio de novedad bastante apetecible. Todo aquel jugador al que le disguste la sangre y el gore que huya de esta propuesta cuando antes porque Madworld es eso, pura violencia.
Yo, que por mucha experiencia que tenga con los videojuegos no dejo de ser un prejuicioso, me alarmaba como es que un juego en pleno siglo XXI le escupiera a la cara al formato de color. Pues básicamente porque Madworld es puro comic, una especie de Sin City videojueguero al que le no le hace falta el color para quedar definido y que se siente orgulloso de que el blanco y negro se adueñen de la estética del juego. Tengo que decir que es uno de los aspectos que más me han gustado aunque no dejo de darle vueltas a que los enfermos de Platinum lo hayan hecho así expresamente para que se vislumbre esa oda explicita a la sangre que es este juego donde sí, la sangre es roja, muy roja. Es el único color que se escapa de los blancos y negros. Ya os podéis imaginar los contrastes.
Pero no solo es su estética lo que la convierte en una propuesta alternativa y eminentemente clásica sino también el objetivo del juego en sí mismo: puntuar. Los beat´em up de toda la vida, aparte de ir quitándote de encima a todo enemigo de turno, ibas ganando puntos según ibas progresando por las fases. Madworld es exactamente lo mismo pero con matices. Aquí puntuamos según matemos pero siempre teniendo en cuenta que no es tanto la cantidad sino la calidad del asesinato y me explico. Madworld propone que mates con originalidad, es decir, que te incita a que desates tus instintos creativos y te cargues a tus enemigos de la forma más hardcore posible. Muy enfermizo pero esa es la idea. Jack tendrá su motosierra pero serán los numerosos objetos repartidos por las fases y su forma de uso los que aumentarán tus puntuaciones o no. Por desgracia para mí, la propuesta comenzaba a convertirse en pequeña decepción tras ver que no había que hacer nada más que sobrevivir al Deathwatch y repetir la dinámica escenario tras escenario.
Si bien es verdad que el juego incorpora en su modo 1 jugador una historia muy propia de comic americano y que funciona perfectamente para entender qué hace Jack Cayman en ese infierno llamado Jefferson Island el juego no puede evitar caer en la repetición. Los diferentes escenarios en los que se divide la isla y en los que se desarrolla esa locura televisiva del Deathwatch son un reto de entrada pero al pasar quince minutos buscas desesperado algo distinto. Los de Platinum lo sabían perfectamente y para que no estuviéramos media hora dando vueltas haciendo sangrías intercalan los Deathmatch, unos retos "entreacto" que funcionan como puro divertimento para seguir sumando puntos. Algo decepcionante el desarrollo de personajes también donde solo Jack tiene carisma. Los jefes finales de área son solo diseño (una pena porque molaban). Y siendo esta la dinámica no es raro que el juego dure alrededor de cuatro horas porque si llega a durar treinta el hastío causaría estragos. Lo bueno es que tras acabar el juego se desbloquean varias armas nuevas y un modo dificultad “jodido” que en principio animará a rejugarlo pero no a mí (almenos por ahora). También dispone de multijugador pero no lo he probado así que poco os puedo decir.
Técnicamente el juego apuesta por el cell shading, técnica idónea para trasladar ese aspecto comic del que hace gala esta propuesta y que permite una gran puesta en escena mientras que la música que escucharemos de fondo se compone por temas rock y raperos que funcionan bastante bien para el tipo y formato de juego. Como curiosidad y dato muy destacable es la introducción de los dos comentaristas del programa que irán comentando nuestra andadura. Totalmente doblados al castellano, estos dos enfermos irán dando su visión particular de la andadura de Jack. No tienen desperdicio y merece la pena mucho oírlos para pegarse unas risas. En cuanto a la adaptación a Wii pues el juego se vale del tándem wiimote + nunchuk para realizar todos los movimientos. Baste decir que para mí es otro de los puntos a favor del juego ya que se acopla muy bien a las situaciones y las ordenes y los combos se ejecutan casi al dedillo. Es uno de los juegos que más usan el nunchuk de los que he tenido el placer de probar.
En resumen, otro juego alternativo y “raro” para Wii que goza de un sistema eminentemente clásico, muy cumplidor técnicamente y jugablemente pero que para un servidor se tambalea mucho por la repetición de contenidos.
Salu2!
PD: Si lo pilláis hacedlo con ofertas de por medio…
Yo, que por mucha experiencia que tenga con los videojuegos no dejo de ser un prejuicioso, me alarmaba como es que un juego en pleno siglo XXI le escupiera a la cara al formato de color. Pues básicamente porque Madworld es puro comic, una especie de Sin City videojueguero al que le no le hace falta el color para quedar definido y que se siente orgulloso de que el blanco y negro se adueñen de la estética del juego. Tengo que decir que es uno de los aspectos que más me han gustado aunque no dejo de darle vueltas a que los enfermos de Platinum lo hayan hecho así expresamente para que se vislumbre esa oda explicita a la sangre que es este juego donde sí, la sangre es roja, muy roja. Es el único color que se escapa de los blancos y negros. Ya os podéis imaginar los contrastes.
Pero no solo es su estética lo que la convierte en una propuesta alternativa y eminentemente clásica sino también el objetivo del juego en sí mismo: puntuar. Los beat´em up de toda la vida, aparte de ir quitándote de encima a todo enemigo de turno, ibas ganando puntos según ibas progresando por las fases. Madworld es exactamente lo mismo pero con matices. Aquí puntuamos según matemos pero siempre teniendo en cuenta que no es tanto la cantidad sino la calidad del asesinato y me explico. Madworld propone que mates con originalidad, es decir, que te incita a que desates tus instintos creativos y te cargues a tus enemigos de la forma más hardcore posible. Muy enfermizo pero esa es la idea. Jack tendrá su motosierra pero serán los numerosos objetos repartidos por las fases y su forma de uso los que aumentarán tus puntuaciones o no. Por desgracia para mí, la propuesta comenzaba a convertirse en pequeña decepción tras ver que no había que hacer nada más que sobrevivir al Deathwatch y repetir la dinámica escenario tras escenario.
Si bien es verdad que el juego incorpora en su modo 1 jugador una historia muy propia de comic americano y que funciona perfectamente para entender qué hace Jack Cayman en ese infierno llamado Jefferson Island el juego no puede evitar caer en la repetición. Los diferentes escenarios en los que se divide la isla y en los que se desarrolla esa locura televisiva del Deathwatch son un reto de entrada pero al pasar quince minutos buscas desesperado algo distinto. Los de Platinum lo sabían perfectamente y para que no estuviéramos media hora dando vueltas haciendo sangrías intercalan los Deathmatch, unos retos "entreacto" que funcionan como puro divertimento para seguir sumando puntos. Algo decepcionante el desarrollo de personajes también donde solo Jack tiene carisma. Los jefes finales de área son solo diseño (una pena porque molaban). Y siendo esta la dinámica no es raro que el juego dure alrededor de cuatro horas porque si llega a durar treinta el hastío causaría estragos. Lo bueno es que tras acabar el juego se desbloquean varias armas nuevas y un modo dificultad “jodido” que en principio animará a rejugarlo pero no a mí (almenos por ahora). También dispone de multijugador pero no lo he probado así que poco os puedo decir.
Técnicamente el juego apuesta por el cell shading, técnica idónea para trasladar ese aspecto comic del que hace gala esta propuesta y que permite una gran puesta en escena mientras que la música que escucharemos de fondo se compone por temas rock y raperos que funcionan bastante bien para el tipo y formato de juego. Como curiosidad y dato muy destacable es la introducción de los dos comentaristas del programa que irán comentando nuestra andadura. Totalmente doblados al castellano, estos dos enfermos irán dando su visión particular de la andadura de Jack. No tienen desperdicio y merece la pena mucho oírlos para pegarse unas risas. En cuanto a la adaptación a Wii pues el juego se vale del tándem wiimote + nunchuk para realizar todos los movimientos. Baste decir que para mí es otro de los puntos a favor del juego ya que se acopla muy bien a las situaciones y las ordenes y los combos se ejecutan casi al dedillo. Es uno de los juegos que más usan el nunchuk de los que he tenido el placer de probar.
En resumen, otro juego alternativo y “raro” para Wii que goza de un sistema eminentemente clásico, muy cumplidor técnicamente y jugablemente pero que para un servidor se tambalea mucho por la repetición de contenidos.
Salu2!
PD: Si lo pilláis hacedlo con ofertas de por medio…
4 comentarios:
No era este el que no te convencía? :P
A mi es un juego que me encantó en su momento, y creo que es salvajemente divertido... pero también muy limitado.
Los escenarios se hacen demasiado pesados al tener que recorrerlos demasiado para puntuar y ser bastante pequeños. Y luego las formas de matar se reducen a pincho, señal de trafico y neumático.
De mundo a mundo hay mucha diferencia, y creo que el juego habría ganado más si hubieran diversificado un poco más el campo de acción.
Lo compre ayer por 5 euros, pero aun no lo he probado, a ver si empiezo mañana
Onetwothree. Convencer sí y de hecho me ha gustado en lineas generales pero salí decepcionado de su escaso recorrido y su repetitividad. Diría que es un buen juego pero algo cansino.
eter.Los escenarios a mí me gustaron pero como bien dices entran dentro de las limitaciones que ofrecía el juego. Y algo similar ocurre con las formas de matar, que poco a poco se va perdiendo el factor sorpresa. Y sí, yo también hubiera diversificado algo más la acción para anular el efecto repetición.
Preparate que ayer lei que había rumores de segunda parte. Yo lo dudo pero quien sabe...
Anonimo. A ese precio desde luego la compra es inmejorable. Ya dirás que te parece,ok?
Salu2!
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