Nodame Cantabile #6 – Se abren nuevos ciclos

Este tomo no sabría decir si es transición o no porque ocurren cosas de cierta importancia que evidentemente no serán pasajeras ni mucho menos poco importantes. Si dije que el tomo 5 es probablemente el mejor tomo publicado hasta la fecha éste cumple con su deber de estar a la altura que no es moco de pavo. Para empezar la autora comienza a avanzar los acontecimientos para ir cerrando filas en cuanto al conservatorio se refiere y prueba de ello es que todos los estudiantes de cuarto están realizando los exámenes finales de carrera. La verdad es que no sé como funcionaran los estudios musicales en Japón pero imagino que será un cuarto curso de un segundo ciclo porque finalizar piano en 4 años es un lol tremendísimo. Sea como sea se está cerrando un ciclo en la serie y Ninomiya lo va remarcando con diferentes hechos destacando algunos como las audiciones finales de algunos de los personajes principales y secundarios o con la fiesta de graduación. Aquí la autora comete un pequeño error a mi entender porque decide sacar algunos personajes de la manga que en principio deberíamos conocer desde el primer día y no es así. Es el caso de las hermanas Kaoru y Moe, estudiantes de flauta (la transversal) y clarinete y fieles seguidoras de Chiaki como la gran parte de féminas del conservatorio. Se supone que debemos empatizar con ellas igual que lo haríamos con un Mine (por decir alguien) y no sale bien la cosa pero bueno, si esta es su carta de presentación tampoco negaré que me haya disgustado. Pueden prometer. Tampoco quería dejar pasar la breve audición de Masumi que simplemente lo borda y Chiaki parece convencerse de las capacidades del percusionista, cosa rara porque Chiaki no es de los que regalen florituras a placer. Ninomiya cierra el tema con una fiesta donde el alcohol y los karaokes van a destajo (¡Vidas Etilicas is back!).

La otra mitad del tomo tiene por objeto dar a conocer a la familia de Chiaki. Es una familia vertebrada que no sabe encontrarse a sí misma. El tío, Takehiko Miyoshi, es el típico hombre que ha dedicado su vida a la empresa ahuyentando todo lo demás, familia en este caso. Sus primos, Toshihiko y Yuiko, son víctimas de ello y han desarrollado unas personalidades muy concretas. El primero se siente poco valorado y la segunda es un descontrol sin un referente materno (casualmente se relaja cuando Nodame juega con ella). La visita familiar saca a la luz estos temas pero también vuelve sobre las fobias de Chiaki. El protagonista se debate entre el miedo y sus aspiraciones y por ahora parece que vence lo primero. Takehiko sabe que si Chiaki no supera sus miedos a volar o navegar se le truncara su carrera musical porque el centro neurálgico de la música clásica es Europa y no Japón y Chiaki lo sabe de sobras pero no quiere pensar en ello por ahora ya que tiene algo entre manos. Anochece y Chiaki y Nodame tocan una sonata de Elgar que retumba bien hondo en aquella casa y en los que la habitan. Ya sabéis, el poder de la música es total.

Eso que Chiaki se tiene entre manos (bueno, la idea original es de Mine) copa la parte final del tomo. La idea es iniciar una orquesta y será mejor que vayamos apuntando tres nombres: Miki Kiyora, Yasunori Kurori y Toru Kikuchi. Todos se conocen del Seminario Nina Lutz (del tomo 4) y el tiempo dirá cómo evoluciona la situación pero parece que la Classical Life va a tener que dedicar alguna línea a esta futura orquesta sin nombre todavía. La cosa se pone más interesante.

Salu2!

PD: ¡Nos volvemos a ver en el tomo 7!

PD2: La voluntad de Hannyabal y la imprevisibilidad de Teach; Nagato va a hacer un jutsu; más de Harribel y el chibigami; Wendy es una dragon slayer; Tenma y Alone cara a cara; Yuko reune a los clones (¿?); Nemesis Q pide ayuda.