Nodame Cantabile #7 – Mozart suena a color rosa

El séptimo tomo de Nodame Cantabile es una aproximación indirecta a los nuevos personajes que de ahora en adelante comenzarán a sonar con fuerza en la serie pero como la autora sabe y tiene claro que sus pilares son intocables, también hay mucho tiempo para seguir desarrollando a Chiaki y Nodame. Este tomo sigue en la dinámica del anterior, es decir, con presentaciones, gags (siempre los hay y cómo se agradece) y sirve de enlace para acercarnos a algo mayor, al estreno de la nueva orquesta. Un tomo preparatorio, vaya. Como ya dijera en la entrada anterior, los que asistieron en el Festival de Nina Lutz se han aliado para tocar juntos siendo Chiaki el director. Es un paso más tras el fin de la Orquesta S que tan buenos momentos nos dejó siendo ahora algo más serio y no un mero concierto de cierre de carrera. Quieren incluso autofinanciarse y hacerla profesional para poder vivir de la música. Esa es la idea de Mine aunque muchos lo ven más como un pasatiempo y acaban descojonándose de él mientras que otros no tienen interés de seguir en Japón como Miki Kiyora o Toru Kikuchi. Parece una orquesta que no tendrá mucho tiempo de vida, un paso intermedio en sus vidas de estudiante pero ahora están en ello enfrascados e intentan hacerlo bien y parece ser que apoyos no les faltarán. Por un lado el padre de Mine ha pagado la promoción (el padre de Mine es DIOS) en la Classical Life y éstos a su vez están intentando promocionar a la orquesta en los círculos de prensa donde se mueven. Por otro lado la rectora del conservatorio ha tirado de contactos para agenciarles una sala con un aforo para más de mil personas, vamos, por todo lo alto. El objetivo de Shinichi es tocar la primera de Brahms pero la cosa no va bien ya que no hacen más que postergarse los ensayos debido a los diferentes concursos que hay por medio. Servirá para ver que Kikuchi es un sobrado, que Kiyora es la perfeccionista y Yasunori el influenciable.

La otra parte del tomo es para Nodame y Chiaki como viene siendo habitual. Nodame es una tía rara y eso lo sabemos pero en sus rarezas están sus virtudes. Ella le pone inventiva a la música, le busca imágenes y las asocia a las partituras. En este tomo se habla mucho de la simbología de los colores y para Megumi Mozart es rosa seguramente por lo melódica de sus obras. Una tía peculiar, ¿no? Por otro lado la chica quiere ser educadora infantil, que poco tiene que ver con la música pero sigue siendo un argumento que Ninomiya aun no ha decidido explotar. Lo más interesante de este capítulo es que Nodame cambia de tutor y pasa a tener a Eto, cuyo rigor y disciplina ahogan a Nodame. Mediante un pacto muy LOL llegan a un acuerdo pero no se llevan mucho. Lo mejor de Nodame en este tomo es la portada del 38 donde la autora deja entrever algo de evolución en su dibujo.

Chiaki, por su lado, está muy metido de lleno en la orquesta pero vuelven a aflorar sus miedos a volar. Parece que las pesadillas se recrudecen cuando alguien le comenta lo de salir al extranjero pero no le queda otro remedio que apechugar. Por otro lado, tener a Chiaki de director comienza a ser una tortura para muchos integrantes de la orquesta porque realmente están viendo lo purista y quisquilloso que es con la interpretación de una pieza. Existe un momento muy EPIC donde Chiaki se asquea de ver que los violines no iban como deberían y cogiendo uno les enseña cómo debe hacerse ante la sorpresa brutal de todos, incluida Kiyora. En fin, tomo de lectura muy agradable que anticipa grandes cosas.

Salu2!

PD: ¡Nos vemos en el 8 y 9!

PD2: Barbablanca asoma el morro en su imponente Moby Dick; la reunión de Kages comienza (o comenzará); Tousen tan molesto como siempre; Hibiki le da un power-up a Lucy; mucha bla bla de amistad pero Yato y cía. de piedra se han quedado; que yuyu que da la controladora de Nemesis Q.