Director: Tom Hooper
Año: 2010
NOTA: 8,5
Año: 2010
NOTA: 8,5
Sinopsis. A la muerte de su padre, el rey Jorge V, y tras la escandalosa abdicación del rey Eduardo VIII, Bertie, afectado desde siempre de un angustioso tartamudeo, asciende de pronto al trono como Jorge VI de Inglaterra. Su país se encuentra al borde de la guerra y necesita desesperadamente un líder, por lo que su esposa Isabel, la futura reina madre, le pone en contacto con un excéntrico logopeda llamado Lionel Logue. (La Butaca)
La vi el día de mi cumpleaños, prácticamente recién estrenada como aquel que dice y salí de la sala queriendo ser miembro de academias de cine y certámenes varios para darle unos cuantos premios (aunque las 12 nominaciones a los Oscar sean excesivas). Es la conjunción cuasiperfecta de los factores, o dicho de otra manera, es la película donde todo se desarrolla en la misma dirección y todo se ejecuta con precisión. Es cine del bueno, de ese que creo que ensalza el séptimo arte, una película que creo sería imprudente decir que “sobra” porque haya propuestas del estilo e igualmente poderosas como The Queen. Lo que hace Tom Hooper es contarnos una historia con tintes de biopic pero sin sentar cátedra de nada (de hecho hay actos no muy bien ajustados históricamente según dicen), tan solo abordar un complicado pasaje de la vida del que fue rey de Inglaterra, Jorge VI. Si bien algunos pensarán que rebajar la presencia de hechos o personajes históricos en favor de una historia de superación personal le restará méritos, lo cierto es que es más bien al contrario, es cuando se vuelve intimista y los sentimientos afloran cuando mejor funciona todo.
Además, desde la entrada de Lionel Logue en la película, todo comienza a desmitificarse un poco y nos olvidamos de que Bertie es un príncipe lo que provoca que el publico sienta muy cercano todo lo que se cuenta. Por ejemplo, no hay mejor escena que el encuentro de Bertie con el hijo de Logue. Nunca la monarquía estuvo tan cerca del pueblo. También conquista fácilmente su manera de moverse entre géneros. Los primeros compases de la película plasman un tono muy melodramático y sin embargo, es pasar los minutos y ver que hay cabida hasta para la comedia más desenfadada como no podía ser de otra manera siendo puro cine inglés. En las críticas que leí por aquel entonces me gustó la del siempre corrosivo Carlos Boyero donde venía a decir que es puro cine británico, un estilo inimitable que sólo pueden hacer británicos y la verdad es que lo corroboro totalmente. It´s something special.
El encuadre de los personajes es simple y llanamente perfecto. No hay nada en ellos que sea contradictorio ni falso, están perfectamente escritos para unos actores que simplemente bordan sus papeles. Un Colin Firth espectacular que si no le dan el Oscar será un atentado (además, ya se lo va mereciendo por papeles previos). Unos personajes que con la importancia que se le da al lenguaje verbal son capaces de transmitir una gran fuerza también desde lo visual, y prueba de ello son las grandes interpretaciones de Helena Bonham-carter o Geoffrey Rush, exquisitas y sugerentes como hacía tiempo no les veía. Además, para darle glamour y como si una peli de Harry Potter se tratase, aparecen grandes actores como comparsa como Michael Gambon, Guy Pearce, Derek Jacobi, Timothy Spall...un pasote, oiga.
Técnicamente es sensacional recalcando fotografía y ambientación, casi un protagonista más de la cinta (el piso de Logue sin ir más lejos). Y como adorno tenemos una bonita banda sonora de Alexandre Desplat siempre con sus pianos cerca para no olvidar el sello personal. En fin, película notabilísima, que me sorprendió gratamente cuando no esperaba de ella gran cosa, con más bondades que defectos y con unas interpretaciones realmente sobresalientes. Los Weinstein huelen a Oscars otra vez.
La vi el día de mi cumpleaños, prácticamente recién estrenada como aquel que dice y salí de la sala queriendo ser miembro de academias de cine y certámenes varios para darle unos cuantos premios (aunque las 12 nominaciones a los Oscar sean excesivas). Es la conjunción cuasiperfecta de los factores, o dicho de otra manera, es la película donde todo se desarrolla en la misma dirección y todo se ejecuta con precisión. Es cine del bueno, de ese que creo que ensalza el séptimo arte, una película que creo sería imprudente decir que “sobra” porque haya propuestas del estilo e igualmente poderosas como The Queen. Lo que hace Tom Hooper es contarnos una historia con tintes de biopic pero sin sentar cátedra de nada (de hecho hay actos no muy bien ajustados históricamente según dicen), tan solo abordar un complicado pasaje de la vida del que fue rey de Inglaterra, Jorge VI. Si bien algunos pensarán que rebajar la presencia de hechos o personajes históricos en favor de una historia de superación personal le restará méritos, lo cierto es que es más bien al contrario, es cuando se vuelve intimista y los sentimientos afloran cuando mejor funciona todo.
Además, desde la entrada de Lionel Logue en la película, todo comienza a desmitificarse un poco y nos olvidamos de que Bertie es un príncipe lo que provoca que el publico sienta muy cercano todo lo que se cuenta. Por ejemplo, no hay mejor escena que el encuentro de Bertie con el hijo de Logue. Nunca la monarquía estuvo tan cerca del pueblo. También conquista fácilmente su manera de moverse entre géneros. Los primeros compases de la película plasman un tono muy melodramático y sin embargo, es pasar los minutos y ver que hay cabida hasta para la comedia más desenfadada como no podía ser de otra manera siendo puro cine inglés. En las críticas que leí por aquel entonces me gustó la del siempre corrosivo Carlos Boyero donde venía a decir que es puro cine británico, un estilo inimitable que sólo pueden hacer británicos y la verdad es que lo corroboro totalmente. It´s something special.
El encuadre de los personajes es simple y llanamente perfecto. No hay nada en ellos que sea contradictorio ni falso, están perfectamente escritos para unos actores que simplemente bordan sus papeles. Un Colin Firth espectacular que si no le dan el Oscar será un atentado (además, ya se lo va mereciendo por papeles previos). Unos personajes que con la importancia que se le da al lenguaje verbal son capaces de transmitir una gran fuerza también desde lo visual, y prueba de ello son las grandes interpretaciones de Helena Bonham-carter o Geoffrey Rush, exquisitas y sugerentes como hacía tiempo no les veía. Además, para darle glamour y como si una peli de Harry Potter se tratase, aparecen grandes actores como comparsa como Michael Gambon, Guy Pearce, Derek Jacobi, Timothy Spall...un pasote, oiga.
Técnicamente es sensacional recalcando fotografía y ambientación, casi un protagonista más de la cinta (el piso de Logue sin ir más lejos). Y como adorno tenemos una bonita banda sonora de Alexandre Desplat siempre con sus pianos cerca para no olvidar el sello personal. En fin, película notabilísima, que me sorprendió gratamente cuando no esperaba de ella gran cosa, con más bondades que defectos y con unas interpretaciones realmente sobresalientes. Los Weinstein huelen a Oscars otra vez.
Salu2!
PD: Tres Oscars le cae mínimo a la cinta. He dicho.
2 comentarios:
Ahora mismo estoy yendo poco al cine, y esta no deja de ser una de esas películas que no requieren pantalla grande... pero tenía ganas de verlas y ahora tengo más.
Dentro de unos meses tendré que ponerme y ver esta y La red social.
A mi me encantó. No es una obra maestra pero es exquisita en general:interpretaciones, dirección, fotografía, vestuario, musica...Todo cuidado en la misma dirección para contar una historia de superación y amistades.
Lo único que lamento es que la vean un producto pro-Oscars de los Weinstein restandole méritos. Yo la veo una cinta al nivel de las otras o más. Por ejemplo, La Red Social es magnífica pero tiene algún claroscuro más notorio que esta. En fin, míratelas cuando puedas. Es buen cine.
Salu2!
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