viernes, 13 de noviembre de 2009

Críticas cinéfilas (XLIV): Banderas de nuestros padres – Cartas desde Iwo Jima


Director: Clint Eastwood
Año: 2006
NOTA Banderas: 6
NOTA Iwo Jima: 7,5

¿Cuánto tiempo hará que he retrasado esta entrada? Ya no sé ni el tiempo que hará pero lo peor es que tengo en el tintero ya unas cuantas películas del señor Eastwood por reseñar y no quiero que se me vayan amontonando porque, ¿habéis visto el ritmo que me lleva? Dios, si cuando aún estás saboreando al Torino te presenta una sobre Mandela y ahora dice estar con un proyecto de tinte sobrenatural. Lo dicho, el tito Clint está que no para. La película que he elegido para reseñar en primer lugar son dos en realidad aunque he decidido hacer la entrada de forma conjunta dado que hablan de lo mismo pero desde diferentes perspectivas. Hablemos de Banderas de nuestros Padres y Cartas desde Iwo Jima.

Películas de guerra ha habido siempre ya que, por desgracia, siguen siendo un tema de actualidad con vigencia plena. Aun perduran (y perdurarán) en el recuerdo de mucha gente los distintos conflictos armados contemporáneos y el cine, con mejor o peor precisión, siempre ha estado ahí para recordárnoslos, para saber de dónde venimos y cómo no caer en los mismos otra vez. Clint Eastwood debió pensar algo así con esta doble visión que ha realizado de la batalla en la isla de Iwo Jima en plena Segunda Guerra Mundial porque ha conseguido un enfoque muy neutro de la batalla donde las dos partes implicadas quedan retratadas de forma eficiente, un poco entre luces y sombras buscando por un lado el orgullo y el homenaje y por otro el de la autocritica y la denuncia. En Banderas de Nuestros Padres se relata al bando americano y lo hace a modo de semidocumental donde se nos cuenta la historia del hizado de bandera en el monte Suribachi llevado a cabo por unos soldados norteamericanos en plena ofensiva militar. Es el símbolo que mueve toda la película y que condiciona a sus protagonistas hasta el final de sus vidas para bien o para mal pero también es el culpable de que esta película no haya alcanzado la maestría que de ella se esperaba. El guion de Paul Haggis transcurre mediante saltos temporales dividiendo la trama en dos: una dedicada al conflicto real y otra dedicada al conflicto de los personajes que regresan. Sin saber muy bien como, el guión se empieza a atascar y el montaje nos descoloca por momentos haciendo que desconectemos sin saber donde agarrarnos. Sin grandes dosis dramáticas ni grandes personajes (se ha echado en falta algún actor con mayor presencia y rol) deja como resultado una película más bien tirando a fría. Lo que pasa es que, por otro lado, tiene atisbos y escenas de la calidad y elegancia propias del director y una producción (con Spielberg detrás) realmente laboriosa y espectacular donde fotografía y ambientación hablan por sí solas. El mensaje de la película es muy neutro y yo lo celebro aunque me gustaría saber que es más determinante para la visión de un director como Eastwood. Critica el propagandismo feroz que el gobierno americano usó de la escena de la bandera para obtener más financiación y así continuar el conflicto pero luego apela al orgullo de luchar por tu país como mensaje aleccionador. Tintes a republicano moderado.

En Cartas desde Iwo Jima nos situamos en el bando contrario, en el nipón. Si las ´Banderas´ tenía como problema el tambaleo narrativo por culpa de un montaje irregular, Iwo Jima sale mucha más airosa y en ese sentido se presenta como una película de mayor entidad que su complementaria. Tiene un guión más sólido y sus recursos narrativos son más y mejores. Si bien en Banderas de nuestros padres se recurría a una visión más global donde militares y gobierno se repartían la importancia del metraje, esta película parece querer centrarse más en sus protagonistas. Los códigos éticos, militares y de honor a la patria nipona existen y los vemos en ella pero aquí Eastwood no tiene interés en líos gubernamentales ni en salirse de la isla, no quiere marearnos y piensa que es mejor centrarse en esas cuevas infernales y en los personajes que en ellas habitan. Había que mostrar la crudeza de la guerra pero más importante era entender el honor de esos soldados japoneses acorralados y abandonados a su suerte. No es raro pues que con estas premisas la trama sea más resolutiva, integra y dramática que la de su compañera. Aquí tenemos a un Ken Watanabe tomando las riendas de un General Kuribayashi que intenta planificar estrategias, que sabe de lo delicada de su misión y que vive en base a los principios patrios. Sin embargo, ese tinte tradicionalista se diluye poco a poco y vemos al hombre que hay detrás de su rango, un hombre que realmente pensaba más en su familia que en una contienda imposible. A Kuribayashi le acompañan otros personajes de los que destacaría tres: Saigo, Shimizu y Nishi. Los guionistas (Iris Yamashita y P. Haggis) hacen bien los deberes con estos tres personajes porque le dan sentido a ese aspecto humano que a Eastwood le gusta resaltar y por donde mejor se mueve. Saigo no es militar y su opinión sobre Iwo Jima dista de la de sus superiores. Regalaría Iwo Jima al enemigo porque desde su inocencia cree que la guerra es una basura sinsentido y razón no le falta. Por su parte, Shimizu es expulsado del movimiento nacional y como castigo es enviado a la guerra. Su flashback habla por sí solo. Realmente estremecedor. Y por ultimo tenemos al Baron Nishi, campeón olímpico de Hípica, que ofrece unos valores humanos y unas esperanzas a sus hombres admirables. Se podría decir que la escasa y fría conexión que hay entre los personajes en Banderas de nuestros padres aquí no está presente lo que le hace subir muchos enteros.

Esta Iwo Jima tampoco me parece una obra maestra pero es muy buena película. Sale peor parada en sus aspectos técnicos pero lo compensa un guion y personajes mejor construidos, que al fin y al cabo es con lo que nos vamos a quedar. La música de ambas películas corre a cargo del propio Eastwood y peca de repetitiva pero curiosamente eficaz. No sé donde quedarán estas dos películas en el recuerdo cinéfilo o en la propia filmografía de este director pero se nota bastante respeto y sobriedad en ellas y no están exentas de autocritica. Intenta ser un homenaje y recuerdo fiel a todas las personas que por decisiones ajenas a ellos tuvieron que convivir con el miedo y desesperación de una guerra y creo que lo consigue. No aleccionan o almenos no demasiado ni tampoco innovan o son mejores que otras películas de guerra pero son una revisión simplemente recomendable.

Salu2!

PD: Y ya que estoy con cine bélico, a ver si me veo Band of Brothers de la HBO. Todo el mundo habla maravillas.

9 comentarios:

eter dijo...

La única que he visto ha sido Iwojima. Esta bastante bien, pero se me hizo algo larga y monocromática.

Battosai dijo...

Banderas es lo más flojo que ha hecho Eastwood en lo que va de siglo XXI. Iwo Jima está muy bien ^^

Kururin dijo...

Banderas es flojilla, principalmente por los personajes tan planos y esa ensalzacion tan excesiva de la patria (americanos buenos buenisimos y japoneses hijos del demonio), claro que siendo Eastwood republicano era de esperar. Iwo Jima al profundizar mas en los personajes y tener una produccion y guion mucho mas cuidados es bastante superior. Ademas haberla rodado en japo y no doblarla a ningun otro idioma me parece todo un acierto.

P.D. Si estas con cine belico te recomiendo La chaqueta metalica, Tora!, Tora!, Tora! (la batalla de Pearl Harbor pero en version cojonuda, no como la basura de Michael Bay) y mi preferida: Telefono rojo, volamos hacia Moscu (es una satira ficticia, pero yo creo que te gustara)

Saludos.

Xesu dijo...

eter. La duración no la recuerdo aunque la llevé bien pero en el tema monocromático te doy la razón. Imagino que para resaltar una ambientación sucia de guerra apostaron por la falta de color. Tiene su aquel.

Battosai. Seguramente Banderas sea la peor que ha hecho Eastwood por culpa de no encontrar una estabilidad en el guión, que es lo primordial. Iwo Jima lo suple mejor y es mucho mejor en todo.

Kururin. Es verdad, se me había pasado que la peli se rodó integramente en japo. Ese fue otro punto a favor para Iwo Jima ya que le dota de mayor credibilidad. Muy de acuerdo con lo demás.

PD: Me apunto las que sugieres. La chaqueta metalica la tengo vista pero muy lejana en el tiempo. Veo que no somos pocos las que creemos que Pearl Harbor de Bay ha envejecido fatal xD.

Salu2!

kei dijo...

Lo único que me pasó con Banderas de nuestros padres es que llega un momento donde no hay más que sacar, y se hacen largas las escenas, salvo el viaje de cierta persona eso lo compensa. No me pareció tan flojilla a pesar de mi odio visceral a Jesse Bradford.

Xesu dijo...

Es que en Banderas llega un momento en que no parecen saber a qué darle más importancia, si al drama personal o al uso politico del drama. Luego unido al escaso tirón de los protagonistas hace que flaquee facilmente. Estoy de acuerdo lo de Bradford. Muy discretito.

MFAL dijo...

Dos dos películas que tengo para ver aún pero sin duda son excelentes recomendaciones... en cuanto a la serie de HBO yo también le tengo ganas.

PD:
Tienes un premio en nuestro blog:

http://blpz.blogspot.com/2009/11/pack-de-premios.html

Saluditos!

Xesu dijo...

Muchas gracias MFAL. Un premio nunca viene mal xD En cuanto pueda me hago el cuestionario que incorpora el premio.

Un saludo! ;)

Angel "Verbal" Kint dijo...

Banderas o estaba mal del todo, aunque su estructura era equivocada y algo confusa. Por otro lado Cartas era algo más importante, casi de arte y ensayo