Director: Baz Lurhmann
Año: 2008
Género: Melodrama, aventuras
Duración: 155 minutos
Nota: 6,5
Año: 2008
Género: Melodrama, aventuras
Duración: 155 minutos
Nota: 6,5
De Australia no tenía ninguna referencia previa, de hecho no había visto ni el trailer y solo me había topado de casualidad con el cartel promocional pero las circunstancias han hecho que la viera y descontento no salí en absoluto de la sala. Un poco de sinopsis antes de empezar mi crítica:
“Ambientada en la Australia del norte, en un periodo anterior a la Segunda Guerra Mundial, "Australia" nos presenta a una aristócrata inglesa Lady Sarah Ashley (Nicole Kidman) que hereda un enorme rancho. Pero cuando un grupo de barones ingleses intentan apoderarse de sus tierras, la mujer decidirá unir sus fuerzas con un joven vaquero Drover (Hugh Jackman) para que la ayude a transportar su ganado a lo largo del más peligroso territorio australiano, llegando hasta Darwin, un sitio que está siendo atacado por las fuerzas japonesas.” (La Butaca)
Australia es la nueva película de Baz Luhrmann, director de películas como Romeo y Julieta o la gran Moulin Rouge y que esta vez ha vuelto para hacer un poco de homenaje a la tierra donde nació sacándose así, una bonita historia de tintes melodramáticos pero donde también caben la epicidad, la aventura, el amor y pequeñas porciones de comedia. Es un relato difícil de contar y más difícil de cuajar debido no solo por la cantidad de géneros en los que ahonda sino también por la relativa complejidad de encontrar un solo enfoque para la historia. Es probable que la intención del director fuera precisamente abarcar un gran número de ángulos para que el espectador se agarrara a cualquiera de ellos y poder disfrutar más de la historia aunque esto último no sé si le acaba pasando más factura que los beneficios que a priori buscaba. La historia es un constante deja vú ya que todo lo que va ocurriendo recuerda a cosas que el cine de tintes similares ya nos ha brindado en el pasado pero según avanza la maquinaria te vas dejando llevar y comienzas a sentirte atraído por los acontecimientos. Supongo que se podría decir que una de las virtudes del guion es el entretenimiento pero no resulta nada cautivador a no ser que seas un fan declarado de este tipo de películas, claro.
Por un lado, hay que lidiar con la relación amor/odio que suele estar presente entre la pareja protagonista de turno y hay que acomodarse a ello. El cine ya nos ha demostrado que es mejor no salirse mucho de los tópicos y que resulta más efectista si una aristócrata inglesa y un cowboy macarra tienden al odio mutuo en su primer encuentro para después ir forjando algo más especial en el futuro inmediato. Esto está muy presente durante la primera parte de la película y gustará al espectador que haya ido al cine en busca de una peli de amoríos. Luego tenemos el argumento épico, es decir, el de las travesías y desventuras de un grupo de personas que tendrán que hacer lo imposible por reflotar un rancho ahogado por la competencia. Aquí la película sube unos cuantos enteros y apunta maneras. Estrecha la relación entre los personajes y nos brinda unas cuantas escenas memorables de acción y otras cuantas de comedia (véase los que irán referidos a la señora patrona). Sin duda gustará al espectador que haya ido al cine en busca de aventurillas.
Más adelante entramos en el tema melodramático no sin olvidar antes algunas escenas propias de estas películas como la típica fiesta o baile (¿por qué siempre hay uno?) donde la pareja protagonista tendrá su momento de gloria antes de la tempestad que presumiblemente se avecina. Los resquicios de la Segunda Guerra Mundial que tocan a Australia por su posición de aliado de los EE.UU nos hará vivir los momentos de mayor intensidad emocional de toda la película y que a pesar de su relativa eficacia dentro de la historia resultan altamente desorbitados si vemos las premisas iniciales en las que estaba basada la película. Es, quizás, esta parte la que Lurhmann no debería haber metido a presión en un metraje que podría haber funcionado igual o mejor sin tanta parafernalia. Aun así, gustará al espectador que busque algo de drama.
Y por ultimo tendremos un análisis poco detallado pero suficiente de la vida en un país que se halla inmerso en la “problemática” indígena. El colonialismo tiene sus pros y sus contras y aquí nos los restriega el guión siempre que puede. Es un tono crítico bastante bien llevado, que se va filtrando en pequeñas dosis y que transmite un mensaje claro de denuncia. Es quizás la parte que más me convenció (brutal cierta escena en el bar). También hay tiempo para breves homenajes al Mago de Oz (oír a Judy Garland nunca está de más).
Los personajes están correctos. Nicole Kidman pasa de estar sobreactuada en sus inicios a ser convincente hacia el final mientras que a Hugh Jackman no le cuesta meterse en la piel del cowboy Drover. No negaré que tienen química pero el segundo está unos peldaños por encima. Luego tenemos al crio Nullah (Brandon walters), el niño mestizo que servirá de pretexto para profundizar en la relación de los protagonistas y también en el drama racial. El niño es algo repelente pero es soportable. Finalmente tendremos pululando como villano al señor David Wenham (Faramir powa), quien encarnará al desalmado Fletcher. Todo el reparto es australiano para no desentonar con el titulo y la historia.
Pero si hay algo que sin duda hace buena esta película muy por encima de su historia y sus personajes es la fotografía. Descomunal como ella sola, atractiva y sobrecogedora mezclada además con el estilo de las películas clásicas o almenos eso es lo que parece buscar Lurhmann. Este hombre ha demostrado que una de las claves de su cine tiene que ser su pretenciosa puesta en escena y vaya si lo consigue. Hay momentos de la película que de no ser por su vistosidad no pasarían de ser pasajes vacíos sin más.
En fin, creo que estamos ante un abanico de géneros desmesurado que permitirá entretener al espectador pero que no aporta nada nuevo bajo el horizonte. Un melodrama al uso, un nuevo Memorias de África que tiende hacia Pearl Harbour y que deja para el recuerdo una gran fotografía y ambientación.
Salu2!
PD: La próxima rajada será… ZODIAC de Fincher.
PD2: Crisom Hell se presenta como aperitivo y Mr.3 asoma el morro; Naruto presenta candidatura para el prota más dopado del shonen manga; Ichigo y Ulquiorra se tantean; Inui recibe por todas partes.
--> “Ambientada en la Australia del norte, en un periodo anterior a la Segunda Guerra Mundial, "Australia" nos presenta a una aristócrata inglesa Lady Sarah Ashley (Nicole Kidman) que hereda un enorme rancho. Pero cuando un grupo de barones ingleses intentan apoderarse de sus tierras, la mujer decidirá unir sus fuerzas con un joven vaquero Drover (Hugh Jackman) para que la ayude a transportar su ganado a lo largo del más peligroso territorio australiano, llegando hasta Darwin, un sitio que está siendo atacado por las fuerzas japonesas.” (La Butaca)
Australia es la nueva película de Baz Luhrmann, director de películas como Romeo y Julieta o la gran Moulin Rouge y que esta vez ha vuelto para hacer un poco de homenaje a la tierra donde nació sacándose así, una bonita historia de tintes melodramáticos pero donde también caben la epicidad, la aventura, el amor y pequeñas porciones de comedia. Es un relato difícil de contar y más difícil de cuajar debido no solo por la cantidad de géneros en los que ahonda sino también por la relativa complejidad de encontrar un solo enfoque para la historia. Es probable que la intención del director fuera precisamente abarcar un gran número de ángulos para que el espectador se agarrara a cualquiera de ellos y poder disfrutar más de la historia aunque esto último no sé si le acaba pasando más factura que los beneficios que a priori buscaba. La historia es un constante deja vú ya que todo lo que va ocurriendo recuerda a cosas que el cine de tintes similares ya nos ha brindado en el pasado pero según avanza la maquinaria te vas dejando llevar y comienzas a sentirte atraído por los acontecimientos. Supongo que se podría decir que una de las virtudes del guion es el entretenimiento pero no resulta nada cautivador a no ser que seas un fan declarado de este tipo de películas, claro.
Por un lado, hay que lidiar con la relación amor/odio que suele estar presente entre la pareja protagonista de turno y hay que acomodarse a ello. El cine ya nos ha demostrado que es mejor no salirse mucho de los tópicos y que resulta más efectista si una aristócrata inglesa y un cowboy macarra tienden al odio mutuo en su primer encuentro para después ir forjando algo más especial en el futuro inmediato. Esto está muy presente durante la primera parte de la película y gustará al espectador que haya ido al cine en busca de una peli de amoríos. Luego tenemos el argumento épico, es decir, el de las travesías y desventuras de un grupo de personas que tendrán que hacer lo imposible por reflotar un rancho ahogado por la competencia. Aquí la película sube unos cuantos enteros y apunta maneras. Estrecha la relación entre los personajes y nos brinda unas cuantas escenas memorables de acción y otras cuantas de comedia (véase los que irán referidos a la señora patrona). Sin duda gustará al espectador que haya ido al cine en busca de aventurillas.
Más adelante entramos en el tema melodramático no sin olvidar antes algunas escenas propias de estas películas como la típica fiesta o baile (¿por qué siempre hay uno?) donde la pareja protagonista tendrá su momento de gloria antes de la tempestad que presumiblemente se avecina. Los resquicios de la Segunda Guerra Mundial que tocan a Australia por su posición de aliado de los EE.UU nos hará vivir los momentos de mayor intensidad emocional de toda la película y que a pesar de su relativa eficacia dentro de la historia resultan altamente desorbitados si vemos las premisas iniciales en las que estaba basada la película. Es, quizás, esta parte la que Lurhmann no debería haber metido a presión en un metraje que podría haber funcionado igual o mejor sin tanta parafernalia. Aun así, gustará al espectador que busque algo de drama.
Y por ultimo tendremos un análisis poco detallado pero suficiente de la vida en un país que se halla inmerso en la “problemática” indígena. El colonialismo tiene sus pros y sus contras y aquí nos los restriega el guión siempre que puede. Es un tono crítico bastante bien llevado, que se va filtrando en pequeñas dosis y que transmite un mensaje claro de denuncia. Es quizás la parte que más me convenció (brutal cierta escena en el bar). También hay tiempo para breves homenajes al Mago de Oz (oír a Judy Garland nunca está de más).
Los personajes están correctos. Nicole Kidman pasa de estar sobreactuada en sus inicios a ser convincente hacia el final mientras que a Hugh Jackman no le cuesta meterse en la piel del cowboy Drover. No negaré que tienen química pero el segundo está unos peldaños por encima. Luego tenemos al crio Nullah (Brandon walters), el niño mestizo que servirá de pretexto para profundizar en la relación de los protagonistas y también en el drama racial. El niño es algo repelente pero es soportable. Finalmente tendremos pululando como villano al señor David Wenham (Faramir powa), quien encarnará al desalmado Fletcher. Todo el reparto es australiano para no desentonar con el titulo y la historia.
Pero si hay algo que sin duda hace buena esta película muy por encima de su historia y sus personajes es la fotografía. Descomunal como ella sola, atractiva y sobrecogedora mezclada además con el estilo de las películas clásicas o almenos eso es lo que parece buscar Lurhmann. Este hombre ha demostrado que una de las claves de su cine tiene que ser su pretenciosa puesta en escena y vaya si lo consigue. Hay momentos de la película que de no ser por su vistosidad no pasarían de ser pasajes vacíos sin más.
En fin, creo que estamos ante un abanico de géneros desmesurado que permitirá entretener al espectador pero que no aporta nada nuevo bajo el horizonte. Un melodrama al uso, un nuevo Memorias de África que tiende hacia Pearl Harbour y que deja para el recuerdo una gran fotografía y ambientación.
Salu2!
PD: La próxima rajada será… ZODIAC de Fincher.
PD2: Crisom Hell se presenta como aperitivo y Mr.3 asoma el morro; Naruto presenta candidatura para el prota más dopado del shonen manga; Ichigo y Ulquiorra se tantean; Inui recibe por todas partes.
4 comentarios:
Demasiada pinta de drama-culebrón prefabricado.
No me llama para nada la atención.
Bueno, su incomprensible pero efectiva variedad de generos permite el entretenimiento. Digamos que el drama-culebrón es prefabricado pero por suerte se permite destacar en otros aspectos.
Lo que sí es cierto es que no aporta nada nuevo salvo una currada fotografía.
Moulin Rouge me gustó, pero creo que el director sufría de sobredosis de azúcar, y en esta le pasa exactamente lo mismo. Se deja ver, ya que la variedad de géneros que maneja la hacen entretenida, pero no creo que vuelva a verla en un futuro. Lo mejor, Hugh Jackman, él sólo se come la película entera, es para lucimiento suyo.
Saludetes.
Sí, la sobredosis de azucar es inevitable por el formato. A mi tampoco me convenció por eso pero cuando te das cuenta te la has tragado entera y es gracias a los otros argumentos mucho más llevaderos y ligeros. Entretenida incluso hasta el momento shonen del crio xD
Y sí, Hugh Jackman se come a todo el reparto. La Kidman va mejorando pero está espesa la chica.
Saludetes ;)
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